A POBRA - Como una hermana mayor

Un millar de personas asistieron ayer a la comida de los mayores de A Pobra, a la que se sumaron bastantes vecinos de Riveira y otras localidades vecinas. A todos ellos quiso homenajear el Concello como viene haciendo desde hace 14 años, pero de un modo especial le manifestó su tributo a la congregación de religiosas del Divino Maestro, que llegaron a la villa hace 33 años atendiendo a la llamada de la Condesa de Fenosa, Carmela Arias y Díaz de Rábago, quien en 1978 mandó construir un centro de educación infantil, Nosa Señora do Carmelo, dirigido a niños de 3 a 6 años, aunque las religiosas también dieron clases de corte y confección y de administrativo a adultos en unos locales habilitados en los Arenais.

Mil personas participaron en una nueva edición del “homenaxe aos nosos maiores”

El homenaje a dicha congregación lo quisieron personalizar en la hermana Remedios Fernández que, pese a no ser natural de la villa, es consideraba una pobrense de adopción por el tiempo que pasó en la localidad. La concejala de Servizos Sociais, Balbina Lojo, recordó su labor en las catequesis parroquiales, su preocupación por las familias en riesgo social o con otros problemas: “unha persoa moi implicada que, xunto co resto da congregación, axudou sempre aos pobrenses e a todas aquelas persoas máis necesitadas”, puntualizó la edila. También se refirió a la marcha de la hermana Remedios después de tres décadas “dando moito polos demais sen pedir nada a cambio”, para ocuparse de sus compañeras mayores en Ourense. Por ese motivo, los organizadores de esta reunión gastronómica quisieron tenerla ayer entre ellos para agradecerle todo lo que hizo con la entrega de una figura de cerámica representativa de Valle-Inclán. La hermana Remedios reiteró que ella no merecía tal homenaje y que llevaba a todos los vecinos en su corazón. Como los aplausos no cesaron, acabó recogiendo la escultura, de la que hizo partícipes a sus compañeras, Anunciación Cambra, Mercedes Fuente, Rosario Preciado y Olimpia López, que recibieron también de manos del alcalde un cuadro con una fotografía aérea de A Pobra.
Isaac Maceiras anunció que esta comida de mayores tendrá continuidad pese a la crisis, pues cree que es lo mínimo que puede hacer por “todos vos”. El gerente del Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar, Roberto Rodríguez dijo de todos los presentes que “sodes a alma desta tarde” y al alcalde lo definió como “o corazón da festa”.