“Durante el atraco no temí por mi vida..., ahora sí”

Minutos después de pasar por uno de los peores trances de su vida, debido al atraco a punta de pistola en su negocio, con disparo al aire incluido, el restaurador riveirense Jenaro Fernández reaccionó con templanza y serenidad. Sin embargo, el paso de las horas y las vueltas que le dio a la cabeza durante la noche que pasó completamente en vela a lo sucedido le empiezan a pasar factura: le tiembla la voz al recordar la escena y se queda sin palabras al pensar en que pudo pasar una auténtica desgracia.

-¿Qué fue lo que ocurrió?
-Eran las diez de la noche cuando entró al restaurante una persona encapuchada, con el rostro tapado por un pasamontañas y que vestía un chándal negro, y que llevaba una pistola en la mano. Se dirigió hacia la zona de caja y me dijo que era un atraco y que le diera el dinero de la recaudación, que se lo metiera en una bolsa de plástico y se lo depositase sobre la barra, lo recogió y se marchó, tomando la dirección hacia la Praza do Concello.

-El atracador realizó un disparo. ¿Por qué cree que lo hizo?
-Como en un primer momento, tras decirnos que era un atraco, nos quedamos impasibles, sin saber como reaccionar, esa persona trató de amedrentarnos haciendo el disparo hacia el falso techo, en donde quedó la incrustación de bala, que quedó metida arriba, y para demostrarnos que lo que tenía entre sus manos era un arma real, disipándose cualquier duda que pudiéramos tener.

-¿Qué sucedió en el intervalo de tiempo en el que usted atendió su exigencia de entregarle el dinero de la caja?
-Amenazó apuntando con la pistola al hombre y a la mujer que estaban entonces en la zona de cafetería, tratando de intimidarlos y les pidió también el dinero que pudieran llevar encima, pero ellos no le entregaron nada y se fue sólo con la recaudación.  
-¿Cómo recuerda lo ocurrido? ¿Fue un tremendo susto?
-Fue todo muy rápido y tranquilo, lo recuerdo como un impacto muy fuerte. Al atracador se le veía como una persona nerviosa. Podría decir que es toxicómano. Por lo demás,, no te da tiempo a pensar mucho cuando ves a alguien que te está apuntando con una pistola. A lo mejor no fue un susto tan grande cuando sucedieron los hechos, pero si cuando empiezas a analizarlo todo...

-¿Sufrió alguna algo igual?
-Hace seis años me entraron a robar, pero no hubo armas de fuego de por medio. Una persona entró en el restaurante como un cliente normal y se dirigió hacia el almacén, pero no llegó a llevarse nada pues logré inmovilizarlo hasta que fue detenido.

-¿Cree que se hace necesaria una mayor presencia policial?
-Es complicado decirlo, pues una persona así te entra cuando menos te lo esperas. No era tan tarde cuando sucedió todo. Lo único que se me ocurre es que la gente del sector tome precauciones, que tenga el menor dinero posible en caja y que el personal esté advertido para una situación así. Yo aún reaccioné de forma tranquila y durante el atraco no temí que mi vida estuviera en peligro..., ahora si..., incluso se me pasa de todo por la cabeza.