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jueves | 25 abril | 2024
La comarca barbanzana tampoco fue ayer ajena a la oleada de incendios forestales que cercaron un buen número de localidades gallegas. Las alarmas saltaban ya en la madrugada del sábado al domingo, con un incendio iniciado en Lidón (Cures, Boiro), advertido poco antes de la una de la mañana. La Consellería de Medio Rural indicaba que fue necesario decretar la alerta 2 en el lugar, ante la proximidad de las llamas a un núcleo de viviendas.
Fueron horas de tensión, hasta que la situación de emergencia se desactivaba hacia las 11 de la mañana, después de la labor de los efectivos contraincendios. Participaron un técnico, ocho agentes forestales, 17 brigadas, 16 motobombas, dos palas, un avión y un helicóptero. A primera hora de la tarde, el monte quemado superaba las setenta hectáreas y aunque el riesgo para la población se reducía, las llamas todavía no estaban extintas.
En Ribeira
Por la tarde, las emergencias también tuvieron que atajar un incendio declarado entres Artes y Oleiros, en Ribeira, igualmente muy cerca de viviendas, aunque cogido a tiempo y controlado en unas horas gracias a la intervención del grupo de Emerxencias.
Nuevos focos de noche
Caída ya la noche del domingo y coincidiendo con la progresiva entrada de vientos, hubo nuevos focos que permanecían activos al cierre de esta edición, en la parroquia boirense de Lampón, que se inició en la noche del sábado y en donde a última hora de ayer se alertó de que las llamas se aproximaban a unos tanques de gasóleo en Runs, pero luego se pudo comprobar que estaban a unos dos kilómetros y que no había riesgo. La superficie calcinada en esta última zona rondaba las 200 hectáreas.
Había constancia de fuegos en Mosquete y en las inmediaciones de la subestación de Fenosa en Palmeira, mientras, al otro lado de la Ría, seguían también activos los fuegos de Caldas de Reis y Meis, que a última hora seguían poniendo en riesgo varios núcleos de viviendas y obligaron a cortar viales al tráfico.
