Denuncian la elevada velocidad a la que circulan los vehículos por el vial que pasa junto el colegio de Frións

Desde hace unos días, quienes pasan por el vial que pasa por el lateral del colegio plurilingüe Frións pueden ver pintado sobre el asfalto un texto que advierte de la proximidad de escuelas y niños y recuerda que el límite de velocidad es de 30 kilómetros por hora. Los residentes en ese lugar señalan que desconocen quien fue el autor de la misma, pero no dudan en darle la razón. Ello es así porque están cansados de comprobar como, a diferentes horas del día y de la noche, muchos vehículos que pasan por esa carretera lo hacen a unas velocidades excesivas o inadecuadas para una zona escolar como esa. 
Algunos residentes señalan que la inseguridad en ese vial es muy elevada y que salir de las casas se convierte en un riesgo elevado, por lo que tienen que extremar las precauciones. Se da la circunstancia de que esa calzada aún está sin pintar después de que hace unos meses se acometiera la renovación de su pavimento. Y añaden que no sabe donde empieza y donde acaba cada uno de los carriles -uno en cada sentido-, además de que se aparcan los coches en uno de los márgenes, con lo que la zona de circulación rodada se reduce y no pasan dos vehículos a la vez. Esos residentes precisaron que si no se busca una solución para ponerle remedio a tiempo, cuando se quiera reaccionar, posiblemente, ya será muy tarde al registrarse una tragedia. Sugieren que se instalen obstáculos para impedir que en ese pequeño tramo haya vehículos que rebasen los límites, pero dejan en manos de los técnicos la decisión concreta para obligar a reducir la velocidad de los vehículos. 
Desde el colegio Frións indicaron que no han recibido ninguna sugerencia ni queja en ese sentido, por lo que no se han iniciado ningún tipo de gestiones. En la Policía Local tampoco tienen conocimiento de esa situación, pues aseguran que nadie les trasladó nada en ese sentido. Lo que si sucede, y en eso coinciden tanto desde el centro educativo como responsables municipales, es el caos se forma a las entrada y salidas de este colegio y de otro cercano, el Bayón, debido a que muchos padres dejan los coches aparcados en cualquier sitio y de cualquier manera, con lo que dificultan el paso de los autobuses y ponen en peligro la integridad física de los escolares. Por todo esto último, ambas partes insisten en solicitar un mayor civismo por parte de los progenitores o persona que acuden a llevar o a recoger a los niños al colegio, para no tener que lamentar ninguna desgracia.