La desaparición de una joven hace saltar de nuevo las alarmas un mes después del caso de Diana Quer

La desaparición de una joven hace saltar de nuevo las alarmas un mes después del caso de Diana Quer
La denuncia recogía que la joven fue vista por última vez en O Lagar CHECHU RÍO

La denuncia presentada en el cuartel de la Guardia Civil de Boiro por parte de sus familiares de la desaparición de la pobrense María Sánchez Ríos, de 25 años, hizo saltar ayer de nuevo todas las alarmas, cuando se cumplía poco más de un mes de que saltase en la misma localidad el caso de la madrileña Diana María Quer López-Pinel, de 18 años. Un cartel con su foto y diversos datos de ella y de lo sucedido empezaron a fluir como la espuma por las redes sociales y aplicaciones de mensajería de telefonía móvil, pero no había rastro de ellos por la localidad.
Se advertía que se trataba de una persona con discapacidad psíquica, de la que se perdió el rastro a las tres y veinte de la tarde del viernes en la zona de O Lagar, en donde está la residencia familiar. Al parecer, la chica se dirigía a realizar una actividad, pero nunca llegó a su destino. En el momento en el que fue vista por última vez vestía cazadora y pantalón vaqueros azules y zapatillas deportivas multicolor. La Guardia Civil puso activó el procedimiento para este tipo de casos, y la familia a acceder a otras colaboraciones que se le ofrecían, respondiendo únicamente que “la policía está haciendo todo lo que se necesita”.
Los investigadores no tardaron demasiado en resolver este asunto, pues lograron localizar en Vigo y en buen estado de salud a la joven. Llegaron a la conclusión de que el abandono del domicilio por parte de María Sánchez Ríos se produjo de manera voluntaria, “siendo mayor de edad y no estando incapacitada legalmente”. Pese a la discapacidad psíquica que padece, fuentes cercanas al caso indicaron que no le impide valerse por sí misma y tomar sus propias decisiones, como la que le llevó a marchase de la casa familiar. Según relataron varios vecinos de la zona de O Lagar, la muchacha se comportaba con normalidad, aunque era bastante reservada.

La desaparición de una joven hace saltar de nuevo las alarmas un mes después del caso de Diana Quer

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