Las fuertes rachas de viento dejan un buen reguero de destrozos, sobre todo en Riveira

Las fuertes rachas de viento dejan un buen reguero de destrozos, sobre todo en Riveira
Diario de Arousa-2014-10-18-020-1fa9b9e4

Aunque no se alcanzaron la fuerza de localidades como Vimianzo, Cedeira o Cuntis, donde el viento sopló a más de 120 kilómetros por hora, en O Barbanza hubo rachas máximas de entre 80,6 y 118,1, como reflejaron entre la una y las dos de la tarde los observatorios de Cespón (Boiro) y Muralla, próximo a Rianxo. Con unos registros intermedios se situaron los puntos de medición meteorológica ubicados en Corrubedo y Sálvora, con 88,9 y 97,6 kilómetros por hora. Con esos datos no es de extrañar que durante parte de la mañana se contabilizasen un buen número de incidencias en los municipios de la comarca, sobre todo, en Riveira, y que la imagen más frecuente fue la de ver numerosos y variados objetos volando de un sitio para otro.
Una de las que llamó más la atención tuvo lugar poco antes de la una de la tarde al soltarse, por las fuertes rachas de viento, medio centenar de losas de pizarra de la parte superior de la fachada de un edificio situado en el número 129 de la Avenida da Coruña. Salieron volando y cayeron en la acera, aunque afortunadamente no lo hicieron sobre viandantes o vehículos. Hasta el lugar se movilizaron los Bomberos de Riveira, que se elevaron con el camión autoescala hasta la cima del bloque de viviendas para revisar esa zona y acabaron retirando otras 50 losas de pizarra que corrían el riesgo de desprenderse del edificio. También colaboraron en el operativo la Policía Local riveirense y efectivos del Grupo de Apoio e Emerxencias Municipal (GAEM).
Poco después de la una de la tarde una vecina de A Ameixida detectó que el tejadillo de la caseta de madera del servicio de socorrismo de esa playa fue arrancado por el viento. Además, otras planchas quedaban sueltas, y podían salir volando y dañar a alguien, por lo que era necesario intervenir con urgencia. Según pudo saber este periódico, esa mujer puso los hechos en conocimiento de la primera teniente de  alcalde, Lola Elorduy,  quien movilizó a agentes municipales y GAEM, que llegaron de inmediato y se encargaron de retirar los elementos que se habían soltado. La misma vecina que alertó les dejó una escalera y un hacha para usar en esas labores.
Un particular también avisó que en el paseo marítimo de Castiñeiras se soltó un cristal de una luminaria y salió despedido hacia dos coches y una moto, aunque afortunadamente no causó daños personales ni materiales, salvo que el cristal quedó hecho añicos sobre el asfalto. Los vecinos del lugar piden que se retiren los pocos cristales que aún quedan en el resto de farolas, pues gran parte ya cayeron al registrarse fuertes vientos. Y en Aguiño se volvió a registrar un fenómeno que hacía meses que no había y fue que la arena de la playa del Carro se levantó por efecto del viento y se volvió a extender por la Rúa Castelao, tras rebasar los muros que se levantaron para evitarlo. No se amontonó mucha arena pues el viento la desplazó de un lado a otro de la calle.
En A Pobra un vecino de Sampaio alertó a la una y cuarto de la tarde de ayer de que un tubo de desagüe próximo a un lavadero estaba atascado y el agua se desbordaba y se aproximó a su vivienda, impidiéndole salir de la misma. Se movilizó a la brigada municipal de Obras para subsanar el problema. En Lesón se soltó una caja de registro de una farola, siendo el electricista municipal el que lo reparó. Y en Somoza (Rianxo) cayó un eucalipto de 6 metros en todo lo ancho de un vial, delante de una casa y cerca de unos coches aparcados. Los Bomberos de Boiro lo cortaron y retiraron de la pista. n

Las fuertes rachas de viento dejan un buen reguero de destrozos, sobre todo en Riveira

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