Las instalaciones deportivas vuelven a convertirse en uno de los objetivos de los ladrones

Las instalaciones deportivas vuelven a convertirse en uno de los objetivos de los ladrones
Los ladrones rompieron las puertas y forzaron las cerraduras para entrar al recinto

Las instalaciones deportivas se están convirtiendo en uno de los objetivos de los ladrones. El último recinto asaltado fue el campo de fútbol A Trinidade, en donde disputan sus partidos como local los diferentes equipos del Atlético Oleiros, como sucedió ayer con el cuadro juvenil en la Copa do Sar y en el programado para las cinco de esta tarde entre su conjunto sénior y el Bertamiráns. Los cacos causaron bastantes destrozos, que la directiva del club riveirense cifró en unos 800 euros, una cantidad en la que se incluyen también el dinero y las botellas de licores sustraídas. Estos perjuicios llegan en un momento en el que, a punto de finalizar la competición, la economía del club de Oleiros es muy delicada.

El suceso se registró en la madrugada del viernes y los ladrones entraron a la instalación cortando el candado y palanqueando la cerradura de la puerta principal. Una vez dentro, encontraron un juego de llaves, con los que accedieron a las oficinas y sala de trofeos, después de cortar una puerta previa usando una rebarbadora que había en el almacén. Los cacos revolvieron mucho y tiraron con todo lo que encontraron delante de sus ojos. Se entiende que lo único que buscaban era dinero, pues ni tan siquiera tocaron aparatos de un valor considerable. Arrancaron la puerta de la caja fuerte incrustada en una pared, pero su botín fue bastante exiguo, pues se calculan unos 50 euros en monedas. Luego se dirigieron a la cantina, donde cortaron hasta tres cerraduras de puertas, y se llevaron unos 100 euros de la recaudación y del cambio, y sustrajeron unas ocho botellas de licores que aún no fueran abiertas.

Un directivo del club manifestó que las puertas dañadas no sirven para nada, pues ya no sólo se dedicaron a forzar cerraduras, sino que incluso las cortaron para abrir un butrón. Los clubes y responsables de otros sectores indican que la sensación de inseguridad es total, por lo que exigen medidas. Creen que las autoridades no deben quedarse de brazos cruzados y aumentar la vigilancia, pues subrayan que la Justicia no está actuando con firmeza para acabar con la situación de alarma social que generan tantos robos.

Estos robos se suman al registrado hace unas semanas en el edificio de la cantina y vestuarios del campo de hierba artificial de A Fieiteira, y esta misma semana en el polideportivo de Sirves, del que se llevaron en dos noches consecutivas las tuberías de cobre y elementos de la grifería.

Las instalaciones deportivas vuelven a convertirse en uno de los objetivos de los ladrones

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