A POBRA - El padre que exige bozal para el perro que mordió a su bebé denuncia al jefe de Policía

Cuando ayer se indicaba que el pobrense Manuel José Peiteado estaba dispuesto a llegar a donde haga falta para evitar que un perro de raza bichón maltés vuelva a morder a alguna persona tras asegurar que fue eso lo que le sucedió en agosto pasado a su bebé de 13 meses, aún se desconocían algunos de los pasos que dio en su lucha por conseguir que ese can lleve puesto el bozal cuando se encuentre en la vía pública. Además de la denuncia en el cuartel y los escritos que remitió al alcalde y al jefe de la Policía Local pobrense, denunció en los juzgados de instrucción de Riveira al responsable de los agentes municipales, Ramón Valiño.  
El motivo que aduce es que, tal y como asegura Peiteado, en dicho cuerpo son conocedores de lo sucedido a su hijo en la jornada del 13 de agosto pasado, con copia del parte de lesiones, además de que existen dos bandos en los que se contempla que cualquier perro debe llevar bozal, pero que pese a ello “se niegan a obligar a la dueña a que se lo ponga. El padre del bebé que hace la reclamación, añade que en ocasiones la dueña y su perro se ponen a su lado “parece que provocando”, y que al comunicárselo a los agentes municipales “se niegan a acatar la ley”, y que le dicen que “no les molesta, que el perro es demasiado pequeño para llevar bozal y que no hace daño a nadie”. Peiteado añade que ya le mandó una instancia para que cumplan la ley “y se niegan a darme por escrito las razones por las que no lo hacen, y tampoco recogen mis quejas, por lo que me veo obligado a denunciarlos en sede judicial, a ver si así ese perro va con bozal como manda la ley”, dice el afectado.
En respuesta al escrito que presentó Peiteado, el jefe de la Policía Local de A Pobra emitió un informe en el que asegura que el perro al que se refiere, de raza bichón maltés, tiene una talla de 40 centímetros y pesa unos 4 kilos “polo tanto, en base ao artigo 2, apartado 2 da Lei 50/1999 do 23 de decembro, nunca se poderá considerar como un can potencialmente perigoso, dado que non reúne ningunha característica que o citado precepto legal esixe para consideralo como tal”. En ese escrito añade que el artículo 83 de la ordenanza general de Protección del Medio Ambiente Urbano “tan só obriga a levar os cans con correa, salvo os que estean considerados como raza potencialmente perigosa, que terían que levar tamén buceiro, ademáis de outros requisitos”.

CONCLUSIONES
Ramón Valiño añadió que le han hecho un seguimiento de control al citado perro y los propietarios siempre lo sacan con correa “e ata o de agora non hai constancia nestas dependencias de máis episodios ou denuncias por parte de outros veciños”. Por todo ello concluye que basándose en el mandato de los preceptos legales citados, ese pero no puede ser considerado potencialmente peligroso y, por lo tanto, no está obligado a llevar bozal. El alcalde de A Pobra, Isaac Maceiras, también le respondió a uno de los dos escritos que le remitió Manuel José Peiteado y hace referencia al ya citado informe del jefe de la Policía Local pobrense.
Peiteado le contestó al mandatario diciéndole que la Ley de sobre el régimen jurídico de la tenencia de animales potencialmente peligrosos, si se lee bien, le da la razón, pero que él le expuso en sus escritos de queja la referencia al Decreto 90/2002, de 28 de febrero, “más cercano en el tiempo, y que es de obligado cumplimiento y mejora la normativa estatal, y que entiende por perro potencialmente peligrosos aquellos que tuvieron algún episodio de agresiones a personas o ataques de cierta entidad a animales o cosas”. n