Rianxo fue fiel ayer a la cita que desde hace años recuerda a los marineros que ya no están. El Concello, la Cofradía, familiares y colectivos participaron en los emotivos actos, con presencia de autoridades encabezadas por el alcalde, Adolfo Muíños.
Como en ediciones anteriores, la primera parada fue la colocación de unas coronas de laureles ante el monolito de la Plaza de Galicia, con la relación de nombres de los fallecidos, objetos que fueron instalados por dos mujeres de otras tantas familias que cuentan con nombres allí escritos y por representantes de la Corporación.
A continuación tuvieron lugar los oficios religiosos, tras lo que siguió la segunda parte de la ofrenda, con el lanzamiento de nuevas coronas en la zona de rocas de As Lobeiras y al mar, esta vez con los participantes a bordo de la embarcación “Mosquera uno”.