RIANXO-La sucesión de robos suscita una gran preocupación en el sector pesquero

Preocupación y crispación es lo que está generando en O Barbanza la sucesión de robos en embarcaciones. Si ayer se hizo público que los amigos de lo ajeno sustrajeron 230 cajas de plástico en tres barcos de pesca de bajura amarrados en el puerto de Riveira, también trascendió que el pasado fin de semana sucedió otro tanto de lo mismo en dos barcos y una lancha junto a los pantalanes de bateeiros en el muelle rianxeiro, y un motor fueraborda de una planeadora amarrada junto la rampa de Leiro.
Francisco Rodríguez, armador del “Chamiso”,  uno de los barcos de los que se llevaron hasta 15 cajas de plástico, indicó que de llegar a ocurrir en un mes el botín hubiera sido mayor, pues es cuando tienen más trabajo. De otro barco de similares características, “Fran”, llevaron 25 cajas, mientras que de la lancha “Rafael” otras 15. Incluso, algún marinero comentó que hubo un par de embarcaciones más asaltadas. De todos modos, los afectados por estos robos indicaron que ya no es el valor de lo sustraído, que en sus casos no supera los 80 euros, sino que les entró el miedo de que en el futuro vayan a por más, por máquinas y otras piezas o aparejos que usan en la pesca “ao xeito” y que dejan en la cubierta, pues algunas valen más entre 300 y 3.000 euros.
Como ya no es la primera vez que sucede, pues recuerdan hechos similares e incluso la última oleada de robo de gasóleo, reclaman mayor vigilancia. Alguno llega a dudar de que las cámaras repartidas por el muelle lleguen a grabar algo y que si lo hacen resultan muy farragosos los trámites para poder hacer un visionado de las mismas. A esas víctimas se sumó Serafín Rubio, al que en la madrugada del martes, le robaron el motor fueraborda de 50 caballos y asegura que, mientras trata de comprar otro -uno nuevo vale unos 8.000 euros y de segunda mano 3.000 euros-,  desde entonces no pudo salir a faenar.

REACCIONES
El presidente de Portos de Galicia, José Juan Durán, detalló ayer que la seguridad en las zonas portuarias es competencia de los mismos cuerpos y fuerzas de seguridad que en el resto del territorio estatal, aunque todos están incurriendo en el error de trasladar o atribuir a su ente público y a la Xunta esas funciones. Añadió que las cámaras de videovigilancia son un elemento auxiliar de control que no pueden sustituir las tareas de vigilancia que tienen encomendadas los citados efectivos, pero que se estudiará si se precisa intensificar ese dispositivo. Agregó que sus guardamuelles desarrolla funciones de policía administrativa en los horarios que tienen asignados. Durán dijo que, por razones históricas y tradiciones, además de por la interrelación con cascos urbanos, la mayoría de los puertos autonómicos están abiertos, “polo que o fluxo de persoas  non ten o mesmo control que noutras circunstancias”.
Durán hizo un llamamiento a que se tomen medidas de autoprotección para no dejar objetos de valor a la vista o que queden abiertos accesos a pantalanes, y que añadió que la culpa de los robos no es de Portos sino que tiene un nombre: “os ladróns”. De todos modos, el patrón mayor de Rianxo, Baltasar Rodríguez, indicó que Durán contactó con él y que le comentó que iba a gestionar una entrevista entre responsables de los pósitos y el subdelegado del Gobierno para abordar la seguridad en los puertos.