RIVEIRA - El agrado por la reparación de la Rúa da Muralla, en Aguiño, contrasta con la falta de cesión de alguna propiedad

El anhelado acondicionamiento del tramo final de la aguiñense Rúa da Muralla, desde la intersección con la Rúa da Xunqueira hasta la playa, va tomando forma y la satisfacción por ella se nota en los rostros de los vecinos, que durante muchos años tuvieron que soportar las inundaciones que se registraban tanto en el vial como en sus propiedades durante en la temporada invernal. El hecho de que el agua de la lluvia no tuviera por donde ser evacuada hacía que se estancase en ese lugar y los residentes se las veían y deseaban, teniendo que levantar las tapas de registro, para poder sacar sus vehículos. Poco les ha tenido que importar tener que ceder parte de sus terrenos para que incluso la calle tenga mayor amplitud, aunque parece que no todos han accedido a ello, pese a que señalan que en algún caso hay un compromiso firmado de cesión de parte del terreno al Concello de Riveira y que no se está llevando a efecto.
Esther Parada Casais y Ángel Pena Sampedro son un matrimonio que se fue a vivir hace unos años a esa zona de Aguiño para lo que levantó su casa, para lo que debió comprometerse a ceder parte de su terreno tanto para un posible ensanche de la Rúa da Xunqueira, que se llevó a cabo hace un lustro, como de la Rúa da Muralla -en ejecución-, pues su propiedad hace esquina con ambas. Ambos coinciden en manifestar que la mejora que supone esta obra respecto a lo que tenían hasta hora es pasar de la noche al día, y que aunque a todos les gusta tener siempre más, lo cierto es que de no haber cedido no habrían podido edificar su casa. Ellos no quieren entrar en discusiones en relación a si propietarios de otros terrenos no  cedieron pese a haber un compromiso como el que ellos también firmaron. Añaden que no deben ser los vecinos quienes sean los que reclamen que se lleve a cabo el retranqueo de muros de cierre de fincas en las que se edificó con esa condición, sino que señalan que esa es una competencia que tiene el Concello de Riveira y que sabrá lo que tiene que hacerse.
Otros vecinos de ese entorno señalan que lo que no puede haber es diferencias entre unos y otros propietarios y que deben hacerse cumplir los compromisos adquiridos. Añaden que ello debe ser así máxime si ese acuerdo sirvió para que se vieran beneficiados con la posibilidad de edificar una casa en una zona en la que no podrían de no haberse firmado el documento de cesión de una superficie concreta para que se pueda urbanizar esa vía pública y dotarla de servicios básicos, como la recogida de aguas pluviales y fecales. Aún así, están expectantes sobre la decisión del Concello, por si obliga a los dueños a derribar la muralla y sobre su reposición unos metros atrás para respetar la alineación. n