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viernes | 26 abril | 2024
El cadáver de un vecino del lugar de Frións, en la parroquia riveirense de Carreira, apareció flotando en torno a las once de esta mañana en la piscina de su domicilio situado frente a la pista multideporte construida en el recinto escolar del CEIP plurilingüe Frións. Se trata de José Luis Romero Méndez, de 71 años, que en la mañana de este jueves se había quedado solo y se puso a depurar la instalación en la que puso final a sus días. Cuando llegó su mujer a casa se lo encontró en el agua y entre ella y un vecino lo sacaron del agua y de manera inmediata, mientras se aguardaba la llegada de los medios sanitarios, de emergencias y de seguridad, empezaron a practicarle masajes cardiovasculares entre un familiar y otro residente en las inmediaciones.
Un familiar del fallecido indicó que llamaron al Centro de Atención de Emerxencias 112 Galicia, desde donde se movilizó a la Policía Local y el Grupo de Apoio e Emerxencias Municipal (GAEM), que le estuvieron practicando la reanimación cardiopulmonar hasta la llegada de los facultativos, y también acudieron los Bomberos del parque comarcal de Riveira. Del mismo modo, dijo que les habían indicado que no les podían mandar a la ambulancia del 061 con base en la capital barbanzana pues no etaba disponible, ya que se encontraba ocupada en un servicio debido a un hombre con parada cardiorrespiratoria en las inmediaciones de la entrada a la playa de Coira, en Porto do Son, y al que pudieron reanimar y trasladar en helicóptero al Clínico de Santiago.
Al parecer, la ambulancia con sede en Boiro se hallaba en otra intervención relacionada con unos vómitos, pero finalmente fue la que acudió a dicha incidencia, llegando al lugar pero sin poder hacer nada pues ya se certificara la muerte de la víctima. Para paliar esa carencia, les comunicaron que enviarían al helicóptero del 061, llegó a despegar, pero dio vuelta al certificarse por parte del médico y enfermera -acudieron en un coche particular- del centro de salud riveirense la muerte del septuagenario después de practicarle durante bastantes minutos la reanimación cardiopulmonar, pero todos los intentos por salvarle la vida resultaron infructuosos.
Al lugar del luctuoso suceso también acudieron unidades de las policías judicial y científica de la comisaría de Riveira, que estaban custodiando el cadáver situado al lado de la piscina y cubierto con una sábana, a la espera de la llegada del médico forense para proceder al levantamiento del cadáver. A la espera de que se le practique la autopsia, todo hace suponer que la muerte se produjo por causas naturales, posiblemente al sufrir un infarto.
