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jueves | 25 abril | 2024
La colaboración ciudadana está siendo cada vez más determinante en la detención de los delincuentes. Frente a algunas personas que aún prefieren mirar hacia otro lado cuando escuchan ruidos sospechosos o ven a alguien entrar a robar en una casa o un negocio, en los últimos tiempos es más habitual que los vecinos alerten o traten de evitar los actos delictivos. Este es el caso de un riveirense, destinado como guardia civil en una localidad de la zona, que no se lo pensó dos veces para retener a un sospechoso de un hurto en una vivienda unifamiliar de Coroso, situada frente al instituto Número 1, hasta la llegada de agentes de la Policía Nacional para que procedieran a su detención.
Ese suceso se registró en torno a las cinco de la tarde del jueves cuando el miembro de la Benemérita, que no estaba de servicio, esperaba en la vía pública por un amigo, y vio salir de una casa a un hombre de unos 40 años, que luego fue identificado como C.M.R., de Rianxo y con varios antecedentes policiales. Aunque ese individuo portaba un par de taladros, en un primer momento no le hizo levantar sospechas, pues creyó que se trataba de un residente del lugar que salía de su casa con esos objetos. Sin embargo, en ese mismo instante la propietaria, que se encontraba sola al haber salido su pareja, se dirigió a una ventana y gritó “quién anda ahí”. Ante esa alerta, el guardia civil se dirigió al presunto ladrón, lo sujetó y lo retuvo hasta que llegaron efectivos de la comisaría, pese a las reiteradas solicitudes de que lo dejase marchar, pues lo devolvía todo a su legítimo propietario. Parece ser que esa persona había accedido a la vivienda sin forzar nada, después de que en un descuido sus dueños dejasen abierta la puerta principal. Las fuerzas de seguridad sospechan que ese amigo de lo ajeno, que quedó en libertad tras pasar ayer a disposición judicial, pretendía regresar para llevarse un mayor botín.
