RIVEIRA-Diversas bajas y una excedencia dejan mermada a la Policía Local y algún turno sólo tiene un agente

La plantilla de la Policía Local de Riveira se está viendo mermada de efectivos como consecuencia de una baja de larga duración, a la que se puede sumar otra por una operación quirúrgica, y una excedencia, así como las plazas sin cubrir por una jubilación y de dos agentes que ascendieron a oficial. Ello hace que uno de los turnos no pueda estar al completo, debido a dos bajas, y tan sólo haya un policía para hacer la guardia y que se tiene que quedar en la base. Pese a ello y gracias a los ajustes en cuadrantes, con la designación de retenes durante los fines de semana, parece que sólo se registra esa situación entre dos y tres turnos nocturnos al mes y en jornadas laborables.
El Ejecutivo local indicó ayer que es conocedor de la situación y que trata de paliarla en la medida de lo posible. Por un lado, indicó que en los momentos puntuales en que hay un sólo agente se busca una mayor coordinación con la comisaría que, según algunas fuentes consultadas, tampoco están muy sobrados en algunas ocasiones. Desde el equipo de gobierno recordaron que el pasado verano se reforzó la plantilla de la Policía Local con una decena de auxiliares, para suplir en la medida de sus posibilidades y competencias a los titulares de las plazas que se encontraban de vacaciones. Del mismo modo, dos de esos auxiliares también estuvieron de refuerzo para cubrir lo mejor posible el servicio durante las últimas semanas del año 2014, pues hubo varias situaciones que mermaron de efectivos la plantilla policial.
Además, el Ejecutivo riveirense, que hizo referencia a que recientemente se volvieron a poner en marcha las cámaras de vigilancia en el casco urbano, para reforzar la labor policial, expresó ayer su intención de cubrir tres plazas, dos de ellas de nueva creación a través de un proceso de oposición y una más para la que se busca la fórmula adecuada para contar con ese agente.
Por otro lado, ayer se volvieron a registrar atascos en la Rúa Xosé Ramón Barreiro en la confluencia con otras calles, a la salida de los colegios, por lo que los conductores reclaman que haya algún agente dirigiendo el tráfico para evitar esos problemas.