RIVEIRA-El conflicto de Santa Uxía y Aguiño por la franja marisquera de O Carreiro avanza entre insultos

Entre insultos y con las sacas vacías. Así acabó ayer una jornada de faena de los mariscadores de las cofradías de Aguiño y de Santa Uxía que participan en la campaña de la navaja. Los primeros ya no tenían previsto capturar debido a que su directiva decidió el cierre de las autorizaciones como consecuencia de que esta semana saltó el conflicto por los límites de la franja marisquera en O Carreiro, mientras que los segundos no lo hicieron debido a que los primeros bloqueaban esa zona con sus embarcaciones fondeadas en señal de protesta por entender que el balizado marcado por la Xunta para delimitar la zona de libre marisqueo -es la primera vez que se abre- se mete en su concesión, por lo que entienden que les están robando.
El patrón mayor aguiñense, José Antonio Santamaría, indicó que el pasado martes los navajeros del pósito riveirense ya quisieron trabajar, pero su vigilante les hizo indicaciones de que en donde estaban se pasaban del límite de profundidad de 10 metros fijado por motivos de seguridad. Pero, poco después tuvo lugar una reunión en la delegación de Pesca de la capital barbanzana en la que se acordó que un topógrafo de la Xunta revisase la colocación de las balizas, y que supuso tener que cambiarlas  según sus mediciones. Los aguiñenses no estaban de acuerdo con ello por lo que, en señal de protesta, el miércoles decidieron no salir a faenar en ninguna de las especies, mientras que los riveirenses lograron los topes de capturas de navajas. Pero ayer ya no pudieron pues cuando llegaron a las nueve y media de la mañana estaban fondeabas las lanchas de Aguiño para evitarles meterse en esa zona. Una de las embarcaciones de los navajeros riveirenses trató de colocar las balizas, pero se indicó una discusión que acabó que derivó en un cruce de insultos e incluso el corte de los cabos de la citada lancha de Riveira. Mientras tanto, unidades de la Guardia Civil por tierra y de la Xunta por mar, se encargaron de controlar que la trifulca no fuera a mayores, hasta que regresaron al puerto.
Desde la Cofradía aguiñense indicaron que no se piensan quedar con los brazos cruzados. A última hora del miércoles ya se celebró una asamblea de mariscadores, a la que asistieron representantes político y de diversos colectivos sociales de Aguiño y Carreira, en la que se comprobó que los ánimos estaban muy crispados, y para las diez de esta mañana se convocó una concentración pacífica delante de la delegación de Pesca en Riveira.