RIVEIRA-Hallan el cadáver de un hombre flotando en aguas de la playa urbana de Coroso

RIVEIRA-Hallan el cadáver de un hombre flotando en aguas de la playa urbana de Coroso
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Varias personas que caminaban poco antes de las seis de la tarde por el paseo marítimo de Coroso, en el extremo más próximo a As Carolinas, a la altura de la cetárea, vieron flotando el cuerpo de una persona boca abajo y a unos 20 metros de tierra. Pese a que no llevaba ninguna documentación, una hora más tarde pudo ser identificado por unos familiares que lo echaran en falta. Se trató de Manuel Orellán García, vecino del lugar de Sirves, en la parroquia riveirense de Olveira y que el próximo 13 de diciembre habría cumplido 76 años.
Una de las personas que fue testigo de ese hallazgo alertó un miembro de la agrupación de Protección Civil, desde la que se solicitó el apoyo de Salvamento Marítimo, que se desplazó con la embarcación Salvamar Sargadelos. Al llegar estos efectivos, comprobaron que el hombre estaba fallecido, pero lo subieron a bordo y le estuvieron practicando la reanimación cardiopulmonar, labores en las que les estuvieron relevando integrantes de la agrupación municipal de emergencias hasta la llegada de la ambulancia del 061 con base en A Ameixida, que incluso le pusieron oxígeno, y personal facultativo del PAC de Santa Uxía.
Pese a ello, todos los intento por reanimarlo resultaron infructuosos y lo sacaron de la lancha para depositar sus restos mortales en el pantalán de la Xunta, hasta donde acudieron también integrantes de la Patrulla Fiscal Territorial de la Guardia Civil, las Policías Local y Nacional, incluyendo a efectivos de sus unidades científica y judicial, que le tomaron las huellas dactilares y custodiaron al fallecido hasta la llegada de la forense, que pasadas las ocho de la tarde ordenó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado en el coche fúnebre hasta el Hospital Provincial de Conxo para que hoy se le practique la autopsia. Previamente, se desplazó al lugar la titular del Juzgado Número 3 de Riveira.
Un amigo íntimo, que acudió al puerto de Riveira junto a un hermano del fallecido cuando todavía no se procediera a la identificación del cadáver, indicó que había cogido el autobús para ir de Sirves hasta el restaurante que regenta en la Praza de Vigo, donde se sentó a tomar un refresco y estuvieron hablando durante un buen rato. Luego le dijo que en torno a las seis de la tarde iba a ir hasta su casa, por lo que si quería lo llevaba hasta allí. El hombre le respondió que iba a dar un paseo y que luego volvería, pero no lo hizo. En su caminata se dirigió al paseo de Coroso, en donde se precipitó al agua, por razones que se desconocen.
Al amigo le extrañó que no regresase al restaurante para que lo llevase, pero pensó que había tomado un autobús de vuelta a su casa. Al llega a esta última comprobó que en la vivienda no había luces y le preguntó a unos familiares por él, pero no sabían nada de su paradero. Al enterarse de que habían encontrado a un hombre ahogado en Coroso temieron que se podría tratar de él, por lo que se dirigieron al pantalán de la Xunta y allí comprobaron los peores presagios, pues se trataba de Manuel Orellán. Al lugar acudieron un hermano, la cuñada y tres sobrinos del fallecido, que reconocieron el cadáver. Pese a que la noche se había echado encima, en sus familiares eran visibles los rostros de dolor.
Hasta las inmediaciones del pantalán de la Xunta se acercaron desde los primeros minutos numerosos curiosos para interesarse por lo sucedido, sobre todo al ver el despliegue de vehículos de las fuerzas de seguridad y de la ambulancia del 061, así como para saber quien era la persona que había muerto ahogada.

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