Roban la máquina del tabaco de un restaurante pobrense y aparece después destrozada en Santa Cruz

Roban la máquina del tabaco de un restaurante pobrense y aparece después destrozada en Santa Cruz
Diario de Arousa-2015-01-23-019-13c41e29

Los amigos de lo ajeno siguen haciendo de las suyas por la comarca. Si ayer trascendió la detención de un riveirense de 50 años al que la Policía Local sorprendió rompiendo el cristal de una caseta de obra de la nueva plaza de abastos de la ciudad, ha trascendido que el restaurante Liñar, ubicado en la aldea pobrense de A Tomada, recibió hace unos días de madrugada la visita de los ladrones. Al parecer, empujaron con un vehículo el portalón del cierre perimetral del establecimiento hostelero y lo arrimaron hasta la puerta principal del edificio, que forzaron con una palanca o pata de cabra para poder acceder a su interior y se llevaron la máquina de tabaco.
Según indicaron algunas fuentes, los hechos tuvieron lugar a las cinco de la madrugada y pese a que saltó la alarma cuando llegaron las fuerzas de seguridad ya no había rastro de los delincuentes. La Guardia Civil inició una investigación en relación a este robo con fuerza, pero por el momento no se tiene conocimiento de que se produjeran avances que permitan apuntar hacia alguna dirección en cuanto a la autoría. De lo que si tuvieron noticias fue de la máquina sustraída, que apareció abandonada y completamente destrozada después en la zona de Santa Cruz. Los cacos se quedaron tanto con el dinero como con las cajetillas de tabaco que contenía, lo que podría suponer un botín con un valor superior al millar de euros.
Por otro lado, a comienzos de esta semana, la dueña de la taberna Entre Todos, ubicada en el lugar de Campos, en Carreira, denunció que le entraron a robar. Eva Lampón indicó que cerraron el local a las diez y media de la noche y cuando fue a abrir a las 7.30 horas del día siguiente, se dio cuenta de que la visitaron los ladrones al ver que estaba abierta una puerta corredera ubicada dentro de la barra y que lleva al almacén. Luego ya vio que el viento hacía ondear el store de una ventana trasera del local y al acercarse ya comprobó que su cristal de 6 milímetros de grosor reforzado y laminado estaba roto y que fue por allí por donde entraron y salieron. Tras avisar a su marido, llamó a la Policía Nacional, cuya unidad científica acudió a recoger huellas y otras pruebas. Le llevaron la caja de la registradora, en la que tenía 200 euros en cambio, así como otros 405 euros que dejaran para realizar unos pagos y unos 200 euros en mercancía, tanto refrescos en lata como bebidas alcohólicas. Los daños materiales fueron cifrados en unos 250 euros.

Roban la máquina del tabaco de un restaurante pobrense y aparece después destrozada en Santa Cruz

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