A POBRA - El testimonio crucial de una joven provoca que tome fuerza la retención ilegal de la desaparecida

A POBRA - El testimonio crucial de una joven provoca que tome fuerza la retención ilegal de la desaparecida
Un amplio dispositivo rastreó el entorno de la casa estival de Diana. El alcalde habló con la madre CHECHU RÍO

Las pesquisas sobre la desaparición de la madrileña Diana María Quer López-Pinel, de 18 años, sufre un nuevo vuelco que lleva a pensar nuevamente en las hipótesis que se barajaron al tenerse conocimiento de unos mensajes de whatsapp que la joven le envió a un amigo, al que le indicaba "me estoy acojonando" ante las llamadas de un individuo. Ello se produce horas después de que el alcalde de A Pobra, localidad en la que se le perdió la pista, revelase la existencia de un testimonio de una vecina que dijo haber presenciado una escena que podría ser clave para resolver el caso, y que apuntaba a una posible marcha voluntaria de la muchacha. Aunque esta última parecía una línea de trabajo bien encauzada, los investigadores no las tienen todas consigo. Y ello ocurre tras conocer y analizar el testimonio detallado y crucial de una menor de edad, que afirmó que un individuo de 35 años, con tatuaje en un hombro, moreno y alto reclamó su atención con la misma expresión que Diana le escribió a un compañero de colegio en Madrid en un mensaje de whatsapp, “Morena, ven aquí”, tras decirle “me estoy acojonando”.
En el caso de esta testigo, de la que se tuvo conocimiento a última hora del jueves y de la que ya se avanzó una parte de la experiencia que dijo haber vivido, cabe señalar que este viernes acudió al puesto de la Guardia Civil de A Pobra a contar pormenorizadamente lo que le sucedió en torno a la medianoche del pasado domingo al lunes, unas tres horas antes de que se le perdió la pista a Diana. Pese a declararse el secreto de la investigación, fuentes cercanas a esta muchacha de 17 años indicaron que ella les relató que el individuo que se le acercó iba acompañado de otros dos y que todos trabajan en el montaje de una atracción de feria, pero no eran propiamente feriantes, sino una serie de individuos que trabajan para ellos sin vinculación contractual.
Parece ser que el hombre que les describió se acercó a ella en el centro de la villa pobrense y la agarró con fuerza y violencia de un brazo. Pero, la chiquilla logró soltarse y escapó por un trayecto que le llevó por O Castelo, Praza Segundo Durán y los jardines Valle-Inclán, entre otros sitios. Los amigos que la acompañaban los entretuvieron para permitir que ella, que estaba asustada, pudiera irse, pero que incluso llegó a amenazarla de muerte. Los investigadores tienen intención de interrogar a esos testigos para corroborar la versión que la joven hizo con mucho detalle.
De hecho, en su descripción que hace esta última de la persona que la acosaba incluye un término que se corresponde con el que le indicó Diana a su amigo de Madrid a través de un mensaje en la noche de su desaparición. La actitud violenta a la que hace referencia la menor de edad coincide con la que algunas personas presenciaron al mediodía de ese domingo entre tres individuos en una atracción de feria que había en la explanada portuaria por el Carme dos Pincheiros. Ahora se vuelve a trabajar sobre la idea de que a Diana Quer le pudo suceder lo mismo, que no pudo soltarse y que está siendo retenida contra su voluntad, como apuntaron los padres desde el principio.
Pese a esto último, tanto Diana López-Penil como Juan Carlos Quer cambiaron ayer su discurso ante los medios de comunicación y, además de seguir agradeciendo y pidiendo la colaboración ciudadana aportando pistas -igual hizo el delegado del Gobierno, Santiago Villanueva-, dedicaron buena parte del tiempo a enviarle mensajes a su hija, si es que les escucha. “No vamos a dejar de buscarte. Eres fuerte, constante, dura y te has enfrentado a otras muchas adversidades, que has superado. Busca la forma de comunicarte con nosotros. Todos están trabajando para encontrarte. Esperamos que vuelvas a casa”, fueron algunos de los mensaje enviados. Ambos incidieron en que, transcurridos cinco días desde la desaparición de su hija, nada les hace pensar que pueda estar en un sitio concreto, pero que es tiempo suficiente para que se haya ido fuera.
Todo esto sucedió en el transcurso de una jornada en la que un operativo de la Guardia Civil, Policía Local y Protección Civil de varias localidades realizaron un rastro por el entorno de la casa de veraneo, no con la intención de encontrar a Diana, sino hallar cualquier pista que pueda servir a la investigación dentro del protocolo en este tipo de situaciones. También están escudriñando imágenes de grabaciones de cámaras de vigilancia de negocios, carreteras, de tráfico, de estaciones de ferrocarril, de aeropuertos y otros sitios que puedan aportar alguna información al respecto. Además, la Benemérita empezó a distribuir por toda España carteles con la foto de Diana Quer, con una somera descripción física y del vestuario que llevaba, además de acompañarse de los teléfonos de la comandancia del instituto armado, el 062, y del puesto auxiliar de A Pobra, el 981 830 136.

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