Jéssica Bouzas, un diamante en bruto

Jéssica Bouzas, un diamante en bruto
Jessica Bouzas, que hace solo cinco años cuando era infantil en CT O Rial, disputará su primera final del circuito profesional

Jéssica Bouzas comenzó a jugar al tenis con 5 años. Motivada por su padre Juan, cuya experiencia en las categorías base del Arosa le sirvió para comprender los beneficios que aporta la práctica deportiva. Iba a ser fútbol o tenis. Eligieron la raqueta para eludir los duros inviernos en los campos de fútbol. Empezó en el CT O Rial y le gustó. Desde entonces es una de las alumnas aventajadas de Dani Otero. Ahora con 12 años, todavía una niña, se ha convertido en una firme promesa a nivel nacional. Lo constató en Semana Santa en Lleida, en el prestigioso Torneo Albert Costa, considerado como el Campeonato de España Sub 13. Fue subcampeona. Seguida de cerca por la Federación Española, está considerada como una de las mejores ocho jugadoras nacionales de su edad. Abrirse hueco a este nivel a partir de ahora requiere por una parte muchos esfuerzos, que tanto ella  como su familia están dispuestos a asumir, y por otra tener los apoyos económicos y logísticos necesarios a nivel institucional y privado. 
La jugadora vilagarciana no encuentra oposición en su edad en Galicia. Desde que se inició demostró una coordinación innata. Con solo 7 años disputó su primer partido. Contra una niña benjamín en Santiago. Perdió tras agarrarse a la pista durante 2 horas y 35 minutos. A partir de ahí se disparó. Campeona gallega benjamín y alevín. La pasada temporada tuvo la suerte de jugar a nivel nacional, en las salidas compartidas con el santiagués Rafa Izquierdo, ahora en la academia Equelite, una de las más prestigiosas de Europa que puso en marcha en Alicante Juan Carlos Ferrero. Jéssica quiere seguir los pasos de su excompañero de O Rial. La vilagarciana dio a conocer su tenis el año pasado en torneos en Valencia, Tarragona, en los Campeonatos de España, en Medina del Campo y en el Mutua Madrid invitada. 
Su tenis es agresivo y ofensivo, con una derecha determinante. Por eso sufre ante rivales más desarrolladas físicamente. Le pasó en el Torneo Albert Costa, donde invitan a las 32 mejores nacionales. Perdió en la final con la balear Dami Edibson con un doble 6-3. A las órdenes de Dani Otero se entrena seis horas semanales, a las que hay que añadir otras dos horas de trabajo en grupo y dos más en tierra batida en el CCD Sanxenxo los sábados.
Por la semana solo descansa los martes. Es duro. “Ten os seus altibaixos, pero lle gusta o tenis e madurará gracias ao deporte” reconoce su padre. Conciliar entrenamientos, estudios y viajes empieza a ser incompatible. Su familia cavila algún tipo de solución que presentar a la Federación Gallega. 
Cuenta con el patrocinio de Tecnifibre, multinacional francesa que la equipa con raquetas y cordajes. Alex Papineau, representante en España de la marca, le muestra un importante apoyo. Ahora Jessica necesita financiación económica para poder afrontar más torneos fuera de Galicia y seguir progresando. En Navidades estuvo concentrada con las 8 mejores jugadoras de su edad en el CAR de Sant Cugat. Volverá salvo sorpresa este año. Las tres mejores representarán a la Selección Española en la Winter Cup en 2016 y la Copa del Sol.
A partir de ahora su actividad es frenética. La próxima semana juega en Madrid la fase nacional de la Babolat Cup. Ganó su plaza en  febrero en Ferrol. La siguiente semana jugará un torneo Tennis Europe en Vilamoura (Portugal), antes de afrontar el Campeonato Gallego Infantil en A Coruña, que le podría dar el billete para el Campeonato de España en julio en Albacete, donde se mediría a jugadoras de segundo año infantil. La intención de su entrenador es la de competir en alguna prueba del Circuito Rafa  Nadal Tour. En Madrid y Zaragoza en julio.
También estar en el Tenis Europe de Benidorm en agosto. Necesita sumar puntos que engorden su ránking de cara a estar el próximo año en el Torneo Les Petits As, el evento que cada año reúne en Tarbes (Francia) a las mayores promesas infantiles del tenis mundial.

Jéssica Bouzas, un diamante en bruto

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