El jugador del San Martín Carlos quiere dejar el fútbol tras sufrir de nuevo insultos racistas

El jugador del San Martín Carlos quiere dejar el fútbol tras sufrir de nuevo insultos racistas
Carlos se plantea dejar el fútbol tras sufrir insultos racistas g. salgado



“Estoy harto, voy a dejar el fútbol”. Carlos Sánchez, futbolista pontevedrés de 32 años, sufrió el domingo el enésimo episodio de racismo en un terreno de juego. Fue durante el partido que su equipo, el San Martín, disputó ante el Marcón en Pontevedra. Por primera vez en los 22 años que el extremo de origen colombiano lleva jugando en Galicia, el árbitro reflejó en el acta los insultos racistas que recibió por parte del público.
En el texto, el colegiado Nuñez Rodríguez relata que “durante el transcurso del primer tiempo se escucharon algunos insultos racistas por parte de una pequeña parte de la afición local que se encontraban en el graderío dirigidos al jugador del San Martín Carlos Arturo Sánchez Rojas”. Entre los improperios, el acta recoge “negro de mierda”, “mono” y “vete para Melilla”, por lo que el colegiado informó al delegado de campo de lo ocurrido y el club local advirtió por megafonía al público “para que cesaran dichos insultos, consiguiéndolo en el segundo tiempo”.
El lamentable episodio de este fin de semana no es un caso aislado según informan desde el club vilaxoanés. “Venimos comprobando en la mayoría de los partidos disputados como visitantes, actitudes xenófobas y racistas hacia nuestro jugador”. Por lo que entienden que la situación se está convirtiendo en “muy preocupante” para el club, el deportista y su familia.
Carlos, por su parte, está dispuesto a tirar la toalla. “Me lleva ocurriendo desde niño”, explica. Pasó por las canteras del A Seca, AJ Lérez y Pontevedra. “En un partido de infantiles hace años en Moaña, un padre me llevaba insultando todo el tiempo, cuando marqué le dediqué el gol y saltó al campo a pegarme”. Y es que el delantero reconoce que “no lo puedo evitar, al final siempre entro en las provocaciones del público”. No solo lo sufre él, también su familia. “Mi madre dejó de ir a los partidos porque no lo soportaba, no es la primera vez que discute con personas en la grada”.
Carlos considera que el racismo está muy extendido en los campos gallegos entre aficionados de todas las edades. “El domingo me estaban haciendo lo de uh, uh, uh... debí marcharme del campo como en su día hizo Eto’o. Lo peor es que eran niños también los que me insultaban”.
El jugador ha dejado de disfrutar del fútbol. “Así no quiero seguir, porque me afecta mucho y soy incapaz de aislarme”. Pasó por equipos como el Unión Grove, Cruceiro, Amanecer o Moaña, aunque está siendo este año con el San Martín cuando más padece las actitudes racistas. “Hubo un momento que me daba igual, pero ya no soy un niño, todo cansa y lo del domingo agotó mi paciencia”. Al final del partido sufrió una pequeña crisis de ansiedad. “Ni me duché, mi fui caminando varios kilómetros a mi casa para serenarme”.
La semana pasada ante el Umia, asegura que un jugador local le insultó por el color de su piel. En Burgáns ante el Cambados, “nada más salir a calentar un aficionado, de edad avanzada, me dijo: negro vete para tu país, al final acabé expulsado porque ya sales nervioso y soy muy impulsivo”. Carlos lamenta la permisividad de los árbitros y de la Federación. “En Cambados el señor me insulta al lado del línea, que lo escucha perfectamente y no hace nada”. Por eso agradece que Nuñez Rodríguez sí lo reflejase en el acta este domingo. “Es la primera vez que ocurre, deberían tomar medidas, sobre todo la Federación, no se está persiguiendo esto”.
El futbolista lamenta que “en pleno Siglo XXI sigue ocurriendo”. En dos décadas jugando en los campos de la provincia su percepción no es alentadora. “El problema va a más, ahora también los niños te insultan por el color de tu piel. Esto no es bueno para el deporte, cualquier día va a pasar una desgracia”. Con 32 años y planteándose colgar las botas, Carlos reflexiona sobre el futuro. “Pienso que si algún día tengo un hijo y le ocurre esto con algún ignorante no sé como reaccionaría yo en la grada”.
La Federación ha tomado medidas enfocadas a fútbol base cuando se producen insultos graves desde la grada, instando a los árbitros a parar los partidos. Para las categorías séniors, el código disciplinario establece varias sanciones según la conducta.

posible sanción al marcón
El reglamento disciplinario de la Federación Gallega de Fútbol recoge en el artículo 62, “Actos y conductas violentas, racistas, xenófobas e intolerantes en el fútbol”, una serie de sanciones para lo ocurrido el domingo en el campo de O Carrasco. A tenor de los precedentes en otros casos, el club local, el Marcón Atlético, se expone a una multa de 301 euros y al cierre del campo al público, por lo que tendría que disputar próximos encuentros a puerta cerrada. Será el Comité de Competición el que falle en base al acta y al reglamento. En el código, se establecen castigos como pérdida del encuentro, deducción de 3 puntos e incluso el descenso de la categoría.

El jugador del San Martín Carlos quiere dejar el fútbol tras sufrir de nuevo insultos racistas

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