La lógica impera en Granada

La lógica impera en Granada
FOTO: AGENCIA GARNATA. Partido entre Coviran Granada y Xuven Cambados.

Un Xuven más mermado que nunca esta temporada al no poder contar con el pívot Yago Estévez, lesionado, cayó ayer en la pista del líder Covirán Granada con claridad en un partido que tuvo poca historia, ya que los locales endosaron un parcial de 18-0 entre el final del primer cuarto y durante gran parte del segundo que les dio una cómoda renta que supieron administrar. Con todo en contra y lejos de bajar los brazos, el Xuven no dejó de competir e incluso llegó a rebajar la desventaja a 14 puntos en el tercer cuarto, pero volvieron a apretar los locales en defensa y no hubo partido. Demasiada diferencia de recursos entre ambos equipos. Lo peor no fue la derrota, por otra parte esperada dadas las circunstancias, sino la victoria de Plasencia ante Arcos Albacete y el esguince de tobillo que sufrió al final Pablo Villarejo.
Con una rotación limitada y con solo dos pívots para hacer frente al arsenal de los nazaríes, Chiqui Barros apostó de inicio por una defensa zonal caja y uno, con Villarejo persiguiendo al tirador local Manu Rodríguez. El plan funcionó durante muchos minutos del primer cuarto. Sorprendió al líder, desconcertado, que fue incapaz de dominar el ritmo del juego.  A pesar de que su tirador empezó bien, con dos triples, el Xuven en ataque estaba cómodo y su defensa le daba réditos. El poderío de Devin Wright en el rebote ofensivo aplacó el nerviosismo local. El Xuven mandó en el marcador, con Coby y Juanchi generando mucho en ataque. 
Con 11-13 tras un bonito gancho de Juanchi llegaron los cambios en los locales, que ajustaron en defensa y provocaron el apagón amarillo. El parcial en los dos últimos minutos del primer cuarto fue de 7-0, pero continuó en el segundo hasta un 18-0 que ni siquiera el tiempo muerto de Chiqui Barros pudo frenar. El Covirán subió su agresividad en la pintura en defensa, se acabaron las canastas fáciles al poste del Xuven, que estuvo muy desacertado en el primer tiempo en el tiro exterior (1/11 en triples). El marcador se rompió. Cuando por fin anotó el Xuven, casi nueve minutos después, la diferencia ya era importante. Sobre todo gracias a dos triples de Eloy Almazán (el mejor del partido) prácticamente desde su casa. El Xuven se fue al descanso con el marcador muy en contra (38-19).
Lejos de venirse abajo dado el panorama, la respuesta del equipo arousano en el tercer cuarto fue magnífica. Jugó muy buenos minutos en ataque, acompañados por defensas zonales que aunque no impidieron que bajase el acierto en el tiro exterior de su rival, cambiaron la dinámica del partido. El Xuven  se puso a 14 (46-32), fue entonces cuando el Covirán se tuvo que poner serio y volvió a defender con físico ante un Xuven que con muchísima menos rotación no pudo aguantar. Parcial de 8-0 para cerrar el cuarto +22 y acabar con cualquier conato de remontada milagrosa.
El último cuarto fue un trámite. Lo peor fue el esguince que sufrió Villarejo. La diferencia llegó a elevarse hasta los 28 puntos, pero Chiqui Barros en ningún momento permitió que los suyos bajasen los brazos, obligándolos a competir pensando ya en el importantísimo duelo del domingo en O Pombal ante Morón. 

La lógica impera en Granada

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