Nuevo chasco a domicilio para un discreto Arosa

Nuevo chasco a domicilio para un discreto Arosa
Sergio Lloves no pudo llegar al balón que puso pegado al poste Pardavila antes del descanso en una falta directa que supuso el 1-0 juan acha



El Arosa sigue perdiendo fuelle fuera de A Lomba y cediendo terreno en la lucha por el cuarto puesto. Ayer cayó en Cangas ante el Alondras en el debut del banquillo local de Nacho Pacios. Un gol de falta directa de Fondevila a cinco minutos del descanso decidió un partido parecido al de las últimas salidas del Arosa. Discreta primera parte y a remar en la segunda contra un rival replegado. Y como en el fútbol es más fácil defender que atacar, los locales resistieron. Salvo dos ocasiones clarísimas en el mismo minuto, cuando Fuiza salvó en línea de gol un remate de Antón y Aitor cabeceó contra el lateral del poste a la salida de un córner, el Arosa tuvo escasa mordiente para tanta posesión.
Lo peor del partido no es el tropiezo, que le deja ahora a 6 puntos del Vilalbés, ni la tercera derrota en las últimas cuatro salidas, sino la lesión de Fran Monroy. El delantero vigués sufrió una caída y se fracturó la clavícula. Abandonó el campo en ambulancia. El lunes le harán más puebas y estará como mínimo un mes de baja. En principio no pasará por quirófano. La lesión fue justo después de que Jorge Otero retirara del campo a Hugo. El partido estuvo parado diez minutos y Eloy jugó la última media hora de delantero.
Y es que el plan del técnico visitante de inicio fue poner junto arriba a Monroy y Hugo, con Antón y Manu Justo en las bandas. El Arosa comenzó dominando los primeros minutos y tuvo un par de acercamientos que se quedaron en nada. Superados esos primeros instantes de tanteo, el plan del Alondras se impuso claramente al del Arosa. Los locales anularon el mediocampo visitante y cada vez que robaban armaban transiciones rápidas aprovechando la verticalidad de Mauro en la banda izquierda. El delantero Andrés ganaba todos los balones en largo y a partir de ahí el Alondras crecía en su juego en campo contrario.
Con Sergio Santos anulado y con Sidibé muy lento para armar el previsible juego visitante, el Arosa se diluyó. No creó ocasiones en la primera parte. Las mejores fueron del Alondras. Avisó Mauro al cuarto de hora con un disparo que no cogió puerta. Andrés, de cabeza, tampoco acertó entre los tres palos poco después. El partido se fue consumiendo sin que el Arosa encontrase soluciones. Otero puso a Monroy en la derecha y a Antón por dentro, pero el Alondras mantuvo el orden y no dejó circular el balón con continuidad en su campo al romo Arosa. A cinco minutos del descanso el árbitro señaló una falta al borde del área visitante en un balón en disputa entre Sergio Santos y Álex Gómez. Lanzó Óscar Fondevila. Con la derecha, por el lado de Lloves, que dio un paso a la izquierda que le impidió llegar al ajustado balón que puso pegado al poste el ex del Compostela. El Arosa, que tenía malas sensaciones, también se fue por debajo del marcador al descanso.
En la segunda parte el equipo vilagarciano empezó dominando por completo ante un rival agazapado. El Arosa llegaba pero no finalizaba las acciones. A Antón Vilas le faltaba claridad para dar el último pase. A la hora de partido Julio entró por Hugo. Monroy dejó la banda derecha y pasó a la punta de ataque. En una carrera en la que se midió con los dos centrales cayó mal sobre su hombro izquierdo. Al delantero vigués le inmovilizaron en la camilla y se fue en ambulancia al hospital. El partido estuvo parado más de diez minutos.
Entró Eloy y el Arosa siguió su asedio con una doble ocasión clara. Antón recortó al portero dentro del área y remató al centro, cuando ya se cantaba el gol, salvó Fuiza providencial. La acción acabó en córner. Lanzó Julio y Aitor cabeceó en el segundo palo al lateral del poste. De ahí al final, casi 25 minutos ya que el duelo se fue hasta el 102, el Arosa fue un querer y no poder. Movió el balón muy en horizontal, sin superar líneas y sin llegar al área con peligro salvo alguna acción a balón parado. El Alondras, totalmente metido en su campo, se limitó a defender en la segunda parte, pero apenas concedió ocasiones.
Los aficionados arosistas desplazados a O Morrazo se marcharon decepcionados y resignados. Su equipo vuelve a fallar a domicilio. La derrota, además, perjudica los intereses de sus vecinos Céltiga, Villalonga y Ribadumia.

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