La odisea de “pescar” un delantero

La odisea de “pescar” un delantero
El Arosa encajó en Cerceda su tercera derrota en liga pedro puig


Veinte días después de conceder la baja al delantero madrileño Alberto Cabanyes, el Arosa no ha encontrado sustituto en el mercado. A falta de dos semanas para el cierre del plazo de fichajes, los aficionados empiezan a preocuparse por la tardanza en reforzar la plantilla, de la que salieron cedidos la última semana los canteranos Carlos Besada y Álvaro Longa. ¿Por qué no ficha el Arosa? Por dos razones diferentes: el aspecto económico y la negativa de los clubes a dejar salir jugadores. Los cinco jugadores a los que la comisión deportiva dio el visto bueno se quedaron a medio camino las últimas semanas.
El último caso fue el de Pablo Couñago. El veterano delantero redondelano tuvo pie y medio en el Arosa la semana pasada. El acuerdo con el Alondras y el jugador estaba prácticamente cerrado, pero su club dio marcha atrás el jueves por motivos deportivos, obviamente. Otro revés inesperado para la comisión deportivo en la que Eduardo Carregal asume la portavocía.
El club lleva buscando refuerzos más de cuatro meses, desde que se lesionó Manu Justo en el primer partido en Redondela. La pasada temporada el Arosa también apuró el plazo de fichajes para reforzar la defensa. Llegaron a mediados de enero Fafú y Javi Veloso. Esta temporada, los refuerzos, si es que llegan, lo harán bien iniciada la segunda vuelta.
A la directiva le quedan dos semanas para mover ficha. A partir del 31 de enero el plazo se cierra. El presidente advierte que “fichar por fichar, no”. Solo llegará un futbolista que mejore lo que hay. Aunque tendrá que ajustarse en lo económico a lo que maneja el club. El Arosa no pudo hacerse con un delantero goleador de Castilla La Mancha por estar fuera del alcance presupuestario. Ayer mismo el club trabajaba en dos frentes diferentes. Tanto en Galicia como fuera de ella. Algunas opciones se desvanecen a última hora porque el entrenador del club de procedencia del delantero deseado frena las operaciones acordadas.
El tiempo empieza a apremiar. Cada vez hay menos días para fichar y las opciones que gustan empiezan a escasear. Para el Arosa, traer un refuerzo de ataque se ha convertido en toda una odisea.

La odisea de “pescar” un delantero

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