10º-17º
jueves | 25 abril | 2024
Fernando Fernández (Caldas, 3-4-79) vuelve a casa. El futbolista de 35 años regresa al Caldas CF, de donde salió hace dos décadas siendo juvenil con destino al Arosa para emprender una larga y brillante carrera deportiva. Inagotable. Fueron 14 temporadas en el club vilagarciano (12 en el primer equipo), 2 años en el Céltiga y los últimos 3 en el Ribadumia. Fernando vuelve con dos ascensos a Tercera, donde jugó cerca de 400 partidos, y casi un centenar de goles marcados (49 con el Arosa, 10 en A Illa y 39 con el Ribadumia).
- ¿Por qué regresa al Caldas para jugar en Primera?
- Es una decisión que tomé hace tiempo. Cuando acabó la temporada y ascendimos siempre quieres seguir, pero lo tenía claro. Si fuese en Preferente me hubiera quedado en Ribadumia, pero en Tercera la exigencia es mucho mayor y en estos momento tengo otras prioridades. Tengo que compaginar el fútbol con el trabajo, además entreno a un equipo de prebenjamines en el Caldas donde juega mi hijo y quiero disfrutar de esto.
- Pero ¿no tuvo ofertas de Preferente?
- Me llamaron, pero tenía claro lo de volver al Caldas, tengo buena relación con mucha gente en el club, desde compañeros a directivos.
- Ascendió con el Arosa y el Ribadumia, ¿se marca el reto de llevar al Caldas a Preferente?
- Yo vengo con la intención de disfrutar porque la exigencia va a ser menor, creo que el Caldas va a aspirar a estar arriba, ya el pasado año estuvo cerca. Mi intención es aportar mi experiencia a la gente que está viniendo de la base, no voy de figura, quiero ser uno más y ayudar a esos chavales para que puedan mejorar y salir como en su día me ocurrió a mí hace 20 años.
- En estas dos décadas el Arosa fue el club que más le marcó...
- Por supuesto, fueron muchos años. Cuando me marché fue por las circunstancias que ya no podía soportar, recuerdo que me debían 7 meses, perdoné 4 y tuve que vender después mucha lotería para cobrar los otros 3. Me fui por los problemas económicos.
- ¿Qué balance hace de su etapa en Vilagarcía?
- Los primeros años hubo buenos equipos, había una directiva potente, el año de Carregal fue una pena porque nos quedamos muy cerca de play-off. En mis últimos cinco años como capitán me tocó vivir situaciones duras y desagradables por temas económicos. Los de la casa siempre rechazábamos ofertas porque el Arosa era nuestro club y resulta que éramos los que estábamos sin cobrar. Estaba dando la cara por todo el mundo y cada uno se buscaba la vida por su cuenta.
- Pues sí que cambiaron las cosas en Vilagarcía...
- Yo me alegro un montón. A la directiva actual hay que hacerle un monumento. Lo están haciendo bien a todos los niveles, no quiero meterle presión al equipo, pero junto a Pontevedra y Boiro va a ser de los mejores este año. Yo apuesto por el Arosa entre los cuatro primeros.
- ¿Volverá al Arosa en el futuro de alguna manera?
- No lo sé, en esta vida nunca sabes lo que te depara el futuro. Tengo claro que quiero ser entrenador, voy a sacar los títulos, quizá algún día entrene al Arosa, ¿por qué no?
- Hablando de entrenadores, en estos 20 años ha tenido muchos, ¿con quién se queda?
- Pablo Vázquez y Eduardo Carregal. Tuve muchos entrenadores, en el Arosa incluso tres por temporada en varios años, de todos ellos para mí Pablo fue el mejor con diferencia.
- ¿Y de compañeros? ¿Quién es el mejor futbolista que ha tenido al lado?
- Padín, sin duda. También jugué contra gente muy buena, recuerdo sobre todo los primeros años con el Arosa cuando estaban Josito, Lemos o Ramiro en Tercera, eran jugadorazos que me impresionaban y eso que alguno estaba en sus últimos años.
- ¿Qué balance hace de sus dos años en A Illa?
- El Céltiga es un club bonito para estar. El primer año descendimos pero había buen equipo, las lesiones, sobre todo la de Carde, y entrar en una mala dinámica de resultados nos afectó mucho. El Céltiga es un club donde te tratan muy bien. La directiva es gente que cumple, tienen palabra. Son exigentes porque a ellos no les cae el dinero del cielo, tienen que trabajar mucho.
- ¿Y del Ribadumia que destaca?
- Estuve estos últimos tres años y fueron muy buenos. Me fui para allí por amistad con Pablo (Vázquez). El año pasado ya no quería seguir, pero Gabi me convenció. Creo que fue una temporada histórica, el Ribadumia en Tercera era algo impensable hace años.
- Leis le situó de central tanto en el Arosa como en el Ribadumia, fue un gran descubrimiento...
- Sobre todo en esta segunda etapa porque me sentía mucho más cómodo por la edad.
- ¿Qué ha sido lo mejor de estos años?
- Yo estoy súper orgulloso de haber pertenecido a estos tres clubes, los llevo en el corazón al igual que al Caldas. Estoy orgulloso de jugar al fútbol, me ha permitido además conocer a mucha gente, muchos de ellos son ahora mis amigos.
