El PP luchará por mantener el gobierno y PSOE y BNG inician contactos para evitarlo

Luis Aragunde valoraba ayer los resultados desde el despacho de Alcaldía. “Eu sigo traballando”, declaró, para dejar claro que hasta el 13 de junio seguirá siendo el regidor municipal y que “a última palabra non está dita”. Los cambadeses han hablado a través de las urnas, dejando la  puerta abierta a un pacto entre las cuatro fuerzas restantes que sumarían nueve concejales, frente a los ocho de los populares, y que pondría fin a 28 años de gobiernos de mayorías absolutas. El PSOE y el BNG tenían ayer una primera toma de contacto y Somos Cambados también mostró su disposición al diálogo, pero la llave de gobierno la tiene Cambados Pode y es un “novio” difícil. Su candidato, José Ramón Abal Varela, debe responder hoy ante el juez, acusado de cometer una falta de desobediencia a la autoridad, pero es que además, en su programa electoral ya avanzó que no iba a pactar con nadie.
Estas circunstancias no están frenando los deseos de gobierno de las otras cuatro fuerzas políticas. Por lo menos hasta ayer, todas contaban con que la formación nacida en Vilariño entre en los diálogos, incluido el Partido Popular. Cambados Pode logró un concejal y el padre de su candidato fue impulsor de los Independientes, que hace años alcanzó un acuerdo con los populares, aunque en estas elecciones ambos se han esforzado en evitar comparaciones.
El propio Aragunde reconocía que contemplan la negociación con este grupo, pero también la opción de gobernar en minoría. El regidor advirtió que “isto aínda non acabou” e insistió en que no lograron el noveno de la mayoría absoluta por “un puñado de votos”. En concreto, un total de 145. En su opinión, la pérdida de 1.500 apoyos, con respecto a los comicios de 2011, responde a “un castigo ás siglas” y no al equipo local. “Estamos contentos, fomos un goberno coherente e sensato. A nivel local, as cousas fixéronse ben”, declaró.

cruce de llamadas
Las otras dos fuerzas más votadas, BNG y PSOE, no lo ven así e interpretan que los vecinos quieren un cambio de rumbo y harán lo posible por complacerles. La candidata socialista, Fátima Abal, se mostró satisfecha con los resultados y aunque reconoció que esperaban aumentar el número de ediles, “para nós, que os populares perderan a maioría absoluta e a Deputación, xa supón unha victoria. É algo histórico”, manifestó.
Los socialistas mantienen sus tres actas y consiguieron crecer hasta adelantar al BNG, convirtiéndose así en la segunda fuerza más apoyada. De hecho, el resto de agrupaciones interesadas en coaligarse consideran que esta posición les obliga a dar el primer paso para hablar de coaliciones y así ha sido. Abal contactó ayer mismo con el candidato nacionalista, Víctor Caamaño, aunque advirtió que “non será a calquera prezo”. Reconoció además que ya el domingo recibió la llamada de un partido en este sentido. No quiso desvelar su identidad, pero por descarte, la cosa queda entre Cambados Pode y Somos.
Caamaño por su parte, está en la misma línea: “No que dependa do BNG, o PP non gobernará Cambados”. Así mostró su total disposición, pero también marcando líneas rojas, recordando que también han logrado tres ediles y quieren “unha opción igualitaria”. Ambos líderes han quedado en reunirse una vez que tomen el pulso a sus órganos de  gobierno y militancias.
La coalición nacionalista perdió 459 apoyos con respecto a 2011, pero son buenas cifras teniendo en cuenta la bajada generalizada del Bloque y Caamaño cree que esto se corresponde a que los vecinos “saben o traballo que fixemos nestes catro anos, encabezando a loita contra as políticas do PP”.

primeras condiciones
En cuanto a las condiciones puestas por unos y por otros en la primer jornada postelectoral, PSOE, BNG y Somos coinciden en emplear calificativos como la búsqueda de un Concello  “transparente” y cuya “prioridade sexan os veciños”. Y es que Somos, que ha entrado con fuerza pues logró dos actas, en apenas dos meses y sin más medios que los donativos de sus simpatizantes para hacerse ver, también está dispuesto a escuchar y tiene claro su ofrecimiento: que las medidas prioritarias de su programa electoral se cumplan, indicando que no se trata de una cuestión de cargos.  Además, su número dos, Xurxo Charlín,  insistía ayer en que la última palabra la tiene la asamblea y aseguró que informarán de todo el proceso.

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