El Campeonato de Tiro al Vuelo, conocido popularmente como tiro al pichón, ha vuelto a centrar las quejas de los animalistas por estas fechas, pero en esta ocasión con una recogida digital de firmas para pedir a la Xunta de Galicia que prohíba esta práctica que no consideran deportiva sino “cruel”. Quieren alcanzar las 10.000 y ya han superado las 9.000.
Esta cita se celebra en julio en la isla de A Toxa y es una de las de mayor trayectoria en todo el país. No es la primera vez que suscita recelos entre los defensores de los derechos de los animales. Ya han realizado protestas, ofreciendo a los asistentes la utilización de platos en lugar de animales, entre otras cuestiones. Sin embargo, esta vez la Asociación Animalista Libera ha decidido dar un paso más y reunir 10.000 firmas para instar al gobierno autonómico a prohibir su desarrollo tal y como está planteado ahora mismo. A día de ayer superaban los 9.000 apoyos en la plataforma digital “Change.org”, dentro de una campaña titulada “Reventar pichones no es divertido”.
En el alegato a firmar, la organización explica que esta modalidad “consiste en reventar a disparos de escopeta a palomas de corta edad que en algunos casos tienen las alas recortadas para dificultar su escapada de la muerte”.
Asimismo explican que esta práctica, que se realiza en el Campeonato de Tiro al Vuelo y es también conocida como “tiro ao pombiño”, es desde 1993 una excepción en la Ley de Protección Animal de Galicia “junto con las corridas de toros, justificada en su momento por su crueldad y violencia, consistente en la masacre de decenas de polluelos que han aprendido a volar de forma reciente”. Y es que afirmaron que “son reventadas literalmente a pocos metros del suelo y en otros casos el impacto con el mismo les provoca una muerte lenta y dolorosa a causa de los disparos y el fuerte golpe posterior”.
Consideran que se trata de una “bárbara excepcionalidad al maltrato animal” lo que tiene lugar cada año en la isla de A Toxa. De hecho, recuerdan los problemas que tuvo hace años, cuando también encontró una importante oposición social por los efectos negativos que podría tener la munición sobre este espacio natural, “muy sensible, un humedal” De hecho, Libera asegura que los campeonatos de “tiro ao pombiño” se suspendieron en diferentes ocasiones por el impacto ambiental.
Por todos estos motivos, creen que es una forma de caza que “debería estar prohibida” desde hace más de 23 años, pero “fue indultada” por el gobierno.