De Barrantes al primer Museo de Arte Contemporáneo de España

De Barrantes al primer Museo de Arte Contemporáneo de España
El docente y el director del Museo, Celestino Hernández, junto al cuadro

Si hay que citar ejemplos de que nadie, o pocos, son profetas en su tierra, la trayectoria artística de Fernando Viscasillas es uno bastante válido. Ferrolano de nacimiento y pontevedrés de adopción, lleva una dilatada trayectoria como profesor de dibujo en el colegio de Barrantes y una vida dedicada al arte. No tuvo en sus inicios muchas facilidades en Galicia, pero ahora corona un currículum creciente con la cesión de un cuadro de gran formato al Museo Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl (Macew) de Tenerife, el primero de su tipología abierto en España, en los años 50, con relación e historia directa con los padres del surrealismo.
Viscasillas estudió Bellas Artes en la facultad de Tenerife y probó fortuna posteriormente en su tierra natal, compaginando su faceta creadora con su papel docente. “En Galicia, nadie me hizo ni caso”, lamenta, al tiempo que salva del recuerdo amargo una única exposición, la de la Fundación Wenceslao Fernández Flórez, debida a la amistad con el galerista.
En Madrid, Córdoba, Lisboa o Santander, durante aquellos años de consolidación, sí le abrieron puertas. Y en 2003 acalló a quienes aún dudaban de su talento con la Medalla Lorenzo de Médici por el Quinto Premio de Pintura en la reconocida Bienal de Florencia, frente a 800 artistas. A partir de ahí, su actividad expositiva fue ampliándose aún más: Bolonia, Tokio, Montecarlo, Venecia, San Marino... Y llegaron nuevos reconocimientos, entre ellos, estar entre los 30 finalistas del Premio Internacional de Pintura.

el cuadro
Ahora, el desembarco de su obra al museo tinerfeño cierra otro círculo de su carrera. El artista ha aportado a los fondos del Macew un cuadro de unos dos metros, que representa a la ciudad de Bolonia, donde el ahora maestro en Ribadumia trabajó durante dos años en una galería de arte.
“Para mí tiene un significado muy especial”, valoraba satisfecho sobre el desembarco de su obra en el museo de Tenerife, isla donde, precisamente, había cursado sus estudios de arte y donde había conocido con fascinación de juventud la institución museística que ahora abre sus puertas a su creación.
Esta fue recepcionada en un acto el pasado mes de diciembre, junto a las cesión de otros cuadros, un pequeño lienzo del pintor del siglo XIX, Pompey Leoni, del coleccionista italiano Enzo Cutini Ungaro, y un trabajo del artista suizo Marc Kuhn.

De Barrantes al primer Museo de Arte Contemporáneo de España

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