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viernes | 26 abril | 2024
La Corporación celebró el jueves un pleno ordinario en el que la socialista Regina Núñez tomó posesión de su acta como edil y se aprobó la propuesta del Gobierno local de rechazar las alegaciones de la concesionaria de la piscina y resolver el contrato, aunque el Grupo Pazos volvió a recurrir y ahora el informe deberá elevarse al Consello Consultivo de Galicia, lo que podría retrasar los planes del Ejecutivo para sacar el servicio a concurso lo antes posible, pues se desconoce el tiempo que tardará en pronunciarse. Fue una sesión donde abundó la bronca y también en este tema que, si bien logró el voto favorable de todos los partidos, desembocó en un enfrentamiento entre el alcalde y la portavoz socialista, quien le acusó de calumniarla y no descarta denunciarlo por este motivo.
Precisamente entre el público se encontraba un grupo de empleados –este domingo cumplirán cuatro meses sin cobrar– que acudieron a escuchar el debate. Este comenzó con tranquilidad, leyéndose los pasos dados por el Concello para rescindir el contrato a la concesionaria. El procedimiento se inició el 1 de julio, por incumplimiento del contrato, suscrito en 2005, y el Ejecutivo del PP propuso desestimar las alegaciones presentadas por la concesionaria, así como incautar el aval de 24.000 euros depositado.
La portavoz del PSOE, Fátima Abal, mostró el acuerdo de su partido y además expresó su incomprensión porque el Grupo Pazos recurriese la decisión en una segunda ocasión “coas mesmas alegacións”. Una cuestión que también destacó su homólogo del BNG, Víctor Caamaño, diciendo que les extrañó “o interese que amosa por seguir coa concesión”. Abal también indicó que no comparte su argumento de que “se atopa nunha absoluta indefensión” y, si bien le reconoció la realización de inversiones, matizó que “non serven de moito se non se coidan e manteñen ben”.
Ambos partidos votaron a favor, algo que satisfizo al alcalde, Luis Aragunde, quien no perdió la oportunidad de reprocharles su presencia en la concentración que la plantilla celebró el día de la inauguración de la Festa do Albariño. “Sórprendeme que estedes de acordo e en cambio vos manifestastes contra o Concello cando se estaba facendo esto mesmo, porque o único que garantirá os seus postos de traballo é que no concurso da nova concesión se subroguen os contrato”, explicó. De hecho, les acusó directamente: “Viñéchedes a insultar sen saber si se facía ben ou mal” e insistió, en más de una ocasión, en que los plazos legales para rescindir el contrato y buscar nueva adjudicataria no se pueden acortar.
PSOE y BNG le replicaron que fueron convocados por los empleados para contar con el “máximo apoio posible nunha situación desesperada como a que están”; y Abal enfureció, solicitando que constara en el acta “a grave calumnia do alcalde vertida contra min porque eu non insultei a ninguén. A miña filla de sete anos estaba diante e non son desa clase de persoa”, llegó a decir. De nada valió la matización que hizo después el regidor municipal contestándole que “estabas compartindo pancarta con alguén que gritou alcalde cabrón. Eu nunca faría iso e probablemente por iso nós estamos aquí e vós aí”.
La portavoz socialista declaraba ayer que esperará a una rectificación del alcalde y se reserva su derecho a tomar las medidas legales que estime oportunas.
aumento de las multas
Por otra parte, el BNG preguntó por el aumento de las multas de aparcamiento y pidió claridad respecto a las zonas de vías semipeatonales donde se puede aparcar. Sin embargo, el alcalde se limitó a indicar que la Policía Local cumplió con la legalidad, porque se hacía en las aceras, que contravenirle sería prevaricar y que se están creando más estacionamientos. También se supo ayer que la escultura de la rotonda de Vilariño cuesta 15.900 euros.
