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jueves | 25 abril | 2024
José Ramón Prado Bugallo ha encontrado un trabajo cerca de su actual hogar, la prisión de Valladolid, el verdadero y al que siempre ha querido volver, Arousa, queda lejos de sus propósitos porque la Audiencia Nacional considera que en esta zona es también el lugar donde desempeñó su actividad delictiva y por tanto “es necesario evitar el daño” que su presencia “pueda producir en las víctimas o a sus familiares”. Así lo dice en un auto donde permite a uno de los narcotraficantes históricos del Estado realizar salidas diarias para cumplir con su contrato laboral y como primer paso hacia la libertad condicional.
El propio narco buscó un empleo lejos de su tierra, donde aún duele escuchar su nombre, aunque en su anterior intento por lograr un régimen de libertad presentó dos ofertas para realizar trabajos en el sector bateeiro en la Ría de Arousa. Hasta el propio juez Jose Luis Castro, titular del Juzgado Central de Menores, con funciones de Vigilancia Penitenciaria, y firmante del auto señala, que “basta reconocer la famosa generación perdida en la zona de Vilanova y Vilagarcía de Arosa en la que se produjo la muerte de muchos jóvenes como consecuencia del consumo de droga”. Sin embargo, Sito parece haber tomado el camino de la rectitud y la resolución judicial refleja un preso con un expediente penitenciario con “numerosas notas meritorias” y un narco arrepentido que repudia su pasado. Al parecer, el propio cambadés le mandó una carta de arrepentimiento a finales del año pasado. Y es que este aspecto era fundamental y, de hecho, fue el mismo jurista quien hace poco más de un año rechazó su petición de libertad condicional al considerar que “no plantea una mínima declaración expresa de repudio”.
Con todo, hay quien no se cree su arrepentimiento. Carmen Avendaño, que es fundadora de la asociación de ayuda a drogodependientes y una de las caras más reconocidas del enfrentamiento directo con los narcos gallegos, declaró ayer en un programa de la Cadena Ser: “Su arrepentimiento me lo paso por el forro de los pies”. Además desveló un episodio desconocido hasta ahora y sucedido hace 15 años cuando, aseguró, que Prado Bugallo le advirtió: “Ten mucho cuidado cuando des la vuelta a las esquinas y le pregunté ¿Me vas a pegar un tiro? Y respondió: Yo no, pero ten cuidado”. De hecho ha reclamado que se siga de cerca el caso de Miñanco y agradeció al juez Castro que evitara su regreso a Galicia.
buena conducta
El narcotraficante cambadés podrá salir a diario para cumplir con su contrato laboral en una actividad que no ha trascendido. Sin embargo, los fines de semana y las noches las pasará en el centro penitenciario, salvo los días que disfrute de permisos. El primero le llegó en 2011 y tras 10 años sin pisar la calle. Fue muy sonada su salida y en la televisión nacional se podía ver a un Sito Miñanco sonriente con sus hijas.
En total ha tenido 20 permisos “sin ninguna incidencia negativa reseñable”, señala el auto de la Audiencia Nacional. Esta es una de las notas que el juez marca como positivas a la hora de atender su petición. También subraya que “la evolución del interno es muy positiva, toda vez que constan en su expediente penitenciario numerosas notas meritorias; pero también lo es su conducta global”. Además, “debe valorarse muy especialmente” que en 2009 cumplió las tres cuartas partes de su condena y ya han pasado casi seis años, con lo cual “la pena privativa de libertad se ha cumplido en exceso”, llega a decir. Es más, el juez Castro explica que en esta “larguísima condena” se aprecia “una evolución favorable” y cuenta con la plena conformidad del Ministerio Fiscal.
prueba de fuego
Sito Miñanco se enfrenta así a una prueba de fuego pues, hasta el propio magistrado menciona como datos en contra su “rápida reincidencia tras la última excarcelación” y la gravedad de sus delitos (narcotráfico y pertenencia a organización delictiva). Sin embargo, la legislación española es un sistema basado en la creencia de la reinserción del preso frente a las medidas de privación de libertad y así está actuando. De hecho, el auto indica que servirá para valorar su grado de responsabilidad y autonomía y como paso previo a un tercer grado con efectos de libertad condicional e insta a la Junta de Tratamiento de la cárcel a que, cuando llegue ese momento, le imponga un tratamiento que repercuta en “la reparación del daño causado a las víctimas de este tipo”.
El histórico narcotraficante ha sido condenado hasta en tres ocasiones; la primera en 1992 y por un delito contra la salud pública y una de ellas por un delito de falsificación de DNI.
