Cuatripartito cambadés: Del todo va bien al todo es un caos, en la misma foto

Del todo va bien al todo va mal hay algo más de un trecho, pero ambas percepciones de un mismo gobierno cambadés en ciernes se juntaron ayer sin pelos en la lengua para una misma foto: La de la visita a las obras de mejora del campo de fútbol de O Pombal.
El presidente de la Diputación, el popular Rafael Louzán, se acompañó del exalcalde y futuro diputado, el también conservador Luis Aragunde. El Concello apareció representado por tres de las cuatro patas del pacto del nuevo gobierno: La alcaldesa socialista, Fátima Abal; Tino Cordal por Somos y José Ramón Abal por Pode. Había más colaboradores de los diferentes partidos, pero quien no estaba era el BNG. Fue por agenda, adelantó la regidora y confirmó posteriormente el nacionalista Víctor Caamaño, pero la ausencia ilustraba casi metafóricamente el momento, con las asperezas con el Bloque a flor de piel y con cabos fundamentales sin atar a pesar de una semana de negociación a cuatro bandas para intentar cerrar la configuración y reparto de áreas del ejecutivo.
Louzán, ante todos ellos, no tuvo problemas en cargar contra la “falta de liderazgo do PSOE”, contra el “cambalache e mercadeo” que ve en los pactos en los que fuerzas minoritarias “cun 5% dos votos” deciden gobiernos y con la “inestabilidade” de estas fórmulas políticas: La ingobernabilidad hecha carne. Lo hizo con la excusa de la situación política en Lugo, en la propia Diputación pontevedresa y en España en general, pero a nadie se le escapaba el evidente paralelismo con Cambados. A su lado, Fátima Abal aguantaba el tipo, únicamente con algún gesto de situación ante el ataque que el conservador disimulaba solo a medias. No quiso entrar al trapo cuando tuvo oportunidad.
Sí contestó Cordal, que manteniendo la ilusión de que allí se hablaba de diputaciones y escenarios más o menos lejanos, declaró que “agrádame que sexa unha muller a próxima presidenta”.
Aragunde fue todavía más directo: “Despropósito” que no haya un gobierno claro una semana después de la investidura, “increíble” que no se sepa quienes serán liberados, “incumplimento de programas” porque da por hecho que los salarios políticos costarán más a las arcas públicas que los de su anterior ejecutivo y negociación “a espaldas dos veciños e comerciantes”, por poner sobre la mesa de debate a cuatro la peatonalización total de Fefiñáns.
Xurxo Charlín (Somos) ironizaba luego con la amabilidad de los populares por “respetar” las acostumbradas cien jornadas de cortesía antes de juzgar la labor del nuevo gobierno: “Aquí están á carga desde o primeiro día”.
Entretanto, Fátima Abal niega que haya distanciamiento o malestar con el BNG y que si los representantes del Bloque no han entrado en el reparto provisional de labores del Concello en esta atípica semana fue por motivos laborales de todos ellos. “Las cosas van bien, no creo que haya problemas”, vaticinaba sobre el necesario acuerdo entre sus socios.
La próxima reunión del cuatripartito en pos de la fumata blanca será el lunes a la noche. “Agardo que sexa longa”, sentenciaba horas después Víctor Caamaño, porque lo contrario significaría que no hay acuerdo y eso, por lo pronto y como mínimo, erosiona. n