El dueño del cuartel asume el derribo y lo deberá hacer en menos de un mes

El dueño del cuartel asume el derribo 
y lo deberá hacer en menos de un mes
El cuartel de Noalla sigue pendiente de la piqueta | oubiña

El propietario del cuartel de Noalla acudió al Concello de Sanxenxo hace unos días para comunicar personalmente a la concejala de Urbanismo, María Deza, su intención de llevar a cabo la demolición del inmueble. De no cumplir el derribo, en un plazo de un mes, el Concello le impondrá una importante sanción económica.
Hace quince días la Concejalía de Urbanismo, dirigida por María Deza, notificó al propietario del inmueble, Xunqueiriña S.L, un requerimiento para la ejecución de la demolición del cuartel, advirtiéndole qué de no llevar a cabo los trabajos de derribo, los acometería el Concello y posteriormente le cobraría su coste.
Si finalmente urbanismo tiene que sancionar al propietario por ignorar el requerimiento, el proceso para el derribo del edificio será relativamente corto.
Al tratarse de una demolición por un importe inferior a los 50.000 euros, la adjudicación consistiría en solicitar tres presupuestos a diferentes empresas y una vez que los tenga el Concello, adjudicará la obra al que considere mejor.
En este momento, urbanismo ya cuenta con dos presupuestos que ascienden a las cantidades de 17.300 y 20.400 euros. El primero no incluye la retirada de la piedra de la parcela una vez demolido el edificio mientras que el segundo sí.
En todo caso, y como el derribo debe correr a cargo del propietario del inmueble, de ser el Concello el que ejecute el derribo, se le girará la liquidación del importe al interesado para su abono.
 

Hechos
Fue en verano de 2016 cuando el Concello de Sanxenxo tuvo constancia de que el cuartel no estaba incluido en el inventario autonómico e inició los trámites para urgir al propietario el derribo del inmueble. Los problemas para localizar al dueño del inmueble se convirtieron en el principal lastre.
Cabe recordar que en 2008 el entonces dueño solicitó a Patrimonio su inclusión en el inventario de edificios protegidos de Galicia. Al año siguiente, Sanxenxo declaró su ruina y ordenó su demolición, pero paralelamente la Xunta incoó el expediente solicitado por el particular. Una sentencia del 2010 confirmó la orden del Concello, pero la dejó suspendida hasta que se aclarase el procedimiento seguido en Santiago sobre si se incluía o no en el inventario autonómico.
La demolición de este inmueble ha sido uno de los principales caballos de batalla de la asociación de vecinos San Esteban de Noalla desde su creación. Y es que supone para la zona no solo un problema de feísmo sino también de insalubridad y de inseguridad. Cabe recordar, que en diversas ocasiones la Policía Local ha advertido del peligro de derrumbe del edificio.

El dueño del cuartel asume el derribo y lo deberá hacer en menos de un mes

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