Feijóo aconseja al cuatripartito negociar futuras “diferenzas en torno a un albariño”

Feijóo aconseja al cuatripartito negociar futuras “diferenzas en torno a un albariño”
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El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, volvió a ejercer como Gran Mestre do Capítulo Serenísimo do Albariño, invistiendo a las nuevas Donas y Cabaleiros en el Patio de Armas del Pazo de Fefiñáns. En la mesa le acompañaron otros miembros de esta cofradía como el secretario, Pedro Piñeiro, el presidente del Consello Regulador, Juan Gil de Araújo y la conselleira Rosa Quintana, que ocupó el lugar de la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, quien no pudo asistir, tal y como explicó la alcaldesa, Fátima Abal. La regidora fue una de las protagonistas de este acto pues también recibió la capa e incluso un consejo de Núñez Feijóo, extensivo a todo el cuatripartito. “Nunha Corporación con varias forzas haberá diferenzas e teredes que achegar posturas, aínda que non será difícil pensando no ben de Cambados, pero coido que esa negociación será máis sinxela en torno a unha copa de albariño”. 
No todos los socios del Gobierno estaban en el patio. Para empezar, Somos Cambados declinó la invitación, pero entre el público sí se vio al representante de Cambados Pode, José Ramón Abal Varela, y a otros ediles socialistas. 
El discurso de Feijóo fue más breve que en anteriores ediciones, pero sin perder la gran estima que le profesa al albariño. De hecho, quiso dejar claro que “nos referimos a el cun diminutivo”, seguramente por la costumbre gallega de usar este sufijo “cando lle temos aprecio de verdade a algo”, porque “non remata en iño por ser pequeno nin acovardado. É un viño que se permite ser irreverente e traspasar fronteiras”.  De hecho, recordó que detrás de él hay más de 6.000 viticultores, 4.000 hectáreas de viñedos y un valor de 120 millones de euros, entre otros datos significativos del potencial de la DO. 

desfile folclórico
Al acto también asistieron las numerosas cofradías “amigas” del Capítulo Serenísimo do Albariño que llegaron al pazo tras el desfile por el centro de la localidad. Había representantes de unas 30 entidades de toda España y Portugal y este año no fueron políticos en activo, excepto los que iban a ser nombrados, como la alcaldesa, y por deseo del Gobierno que quiere remarcar su carácter folklórico. Se desconoce si por esta razón u otra, la afluencia de espectadores fue menor que en anteriores ediciones, pero tampoco hubo pitidos. 

Feijóo aconseja al cuatripartito negociar futuras “diferenzas en torno a un albariño”

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