Una fotografía vale más que mil “selfies”

Cambados se convierte este fin de semana con el Festival Proxecta en la meca de la fotografía para profesionales y amantes, en general, de la técnica de atrapar en el tiempo momentos de la vida y su esencia. De hecho, esta fue una de la lecciones aprendidas por más de 70 niños que asistieron a los talleres impartidos en el marco de este programa; menores que están viviendo los tiempos del “selfie”, que “é unha banalización da fotografía”, declaró Antón Mascato, quien intentó hacer ver a estos niños que “a fotografía non é algo banal, representa un momento interesante, importante e ten un valor documental que ten que trascender e hai que transmitir de xeración en xeración”. 
El  escritor, editor y miembro de Lobishome Producións, coorganizadora del festival, impartió uno de los dos talleres infantiles de ayer, junto a Diego López, que se encargó del de Solarigrafía, la técnica de captar el movimiento del sol en la cúpula celeste. En concreto, impartió uno sobre la memoria colectiva a través de la fotografía en la que los participantes llevaron imágenes antiguas. Según Mascato, “alucinaron vendo a traslación do tempo”, cuando les descubrió que en esas imágenes, tras su madre o su abuela, hay mucho más, como por ejemplo las palmeras del paseo, que en una se veían casi a ras de suelo y hoy se asoman majestuosas al mar, que es como las han conocido ellos.
El Proxecta seguirá ofreciendo actividades de este tipo a los colegios, una vez que comience el curso, así como visitas guiadas a las exposiciones que se pueden ver en la localidad desde ya y hasta el 20 de septiembre. Pero el Proxecta es mucho más. De hecho, el taller ofrecido por Mascato forma parte de una iniciativa que busca crear un archivo fotográfico de la comarca mediante imágenes aportadas por los vecinos y con metadatos (lugar, autor, retratados, etc.). Además ofrece cursos, interesantes proyecciones, un safari fotográfico y un Mercado da Imaxe, entre otras iniciativas. Precisamente el mercado abre hoy sus puertas en el Paseo da Calzada con todo tipo de productos gallegos de alimentación, diseño, etc. y de alta calidad y que “entran polos ollos”, explicó Mascato. Y es que, como no podía ser de otro modo, aquí la imagen sí importa y supone un valor añadido al que será difícil resistirse.