Los cien primeros días de legislatura se ven diferentes si uno es gobierno u oposición. El PP lanzó una crítica voraz esta semana, acusando al tripartito de mirar antes por sus salarios que por gestionar o cumplir sus promesas, entre ellas, la transparencia. Y este fin de semana el ejecutivo salió al paso lamentando que en el equipo de Salomé Peña “non estean á altura das circunstancias” ni asuman que “está na oposición”.
Añaden que el grupo popular es “incapaz de elaborar unha crítica constructiva” y afirman que sus reproches son infundados y faltos “de toda veracidade”.
En primer lugar, porque el tripartito se habría encontrado “cuns orzamentos xa aprobados e a medio executar”, con algunas partidas “xa esgotadas”, por ejemplo, deportes, “cun saldo negativo de 24.000 euros”. Además, recriminan la “ausencia total de documentos” que descubrieron: “Os caixóns estaban totalmente baleiros”, sostienen.
A pesar de ello, argumentan el haber tenido que hacer frente a “urxencias” como el “estado deficiente da piscina” y del tanatorio, “que estivo a piques de provocar o seu pechamento provisional”, mantienen, todo por la dejadez del anterior gobierno popular. Señalan, además, que todas las obra realizadas se hicieron cumpliendo los plazos legales y aún buscando donde fue posible la apuesta por “empresas locais” y el “aforro económico”.
transparencia
En cuanto a la crítica por falta de transparencia, aseguran que Peña “minte”, ya que reiteran que los salarios del alcalde y del edil liberado ya se hicieron públicos e incluso se le dio copia a la portavoz popular. El resto de ediles “perciben exactamente as mesmas asignacións” que los del PP: Asistencias a plenos y comisiones.
A mayores, consideran que es la primera vez que un miembro de la oposición está presente en la mesa de contratación y que no se limita la intervención de los portavoces en Pleno. Igualmente, invitan a cualquier vecino a solicitar todo tipo de datos en el Consistorio y anuncian reuniones explicativas por parroquias. “En definitiva, máis democracia”.
Concluyen afirmando que Peña “non deixou ningún legado”, porque este “é propiedade dos veciños de Ribadumia”.