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jueves | 18 abril | 2024
El carácter urbano de O Grove sin llegar a alcanzar la deshumanización de una ciudad es una las principales ventajas de su población en tiempos de crisis.
Y es que según se recoge en algún informe, es precisamente la cercanía de vecinos lo que ha permitido a más de una familia local subsistir a pesar de los escasos ingresos que perciben al haber perdido la estabilidad de un salario.
Desde Servicios Sociales reconocen que este departamento podría haberse visto desbordado de no ser por esta circunstancia social, ya que les consta que muchas familias reciben ayuda, en alimentos, libros, pago de recibos e incluso de hipotecas, sin que haya registro oficial de esta situación.
Así se lo transmitieron los técnicos municipales a los portavoces de los grupos que asistieron el pasado 8 de julio a la reunión convocada por la concejala de Benestar Social, Ayda Filgueira.
Los dos técnicos que trabajan al frente de este departamento ofrecieron datos concretos de la realidad local, como por ejemplo que atienden las necesidades de 41 familias que tienen a su cargo a 47 menores. Y es que el encuentro se produjo después de que el portavoz de Esquerda Unida , Xan Lamelas, —que no acudió al encuentro al ser convocado a las 9 de la mañana de un día de semana—, solicitara la apertura de comedores escolares en verano para los niños con carencias alimenticias.
Filgueira se negó a tal medida, argumentando que estigmatizaba a un número determinado de escolares, pero se brindó a ofrecer información detallada del trabajo que se estaba haciendo desde los servicios sociales municipales.
Y lo hizo. Del encuentro, los asistentes dedujeron que hay un entramado de información cruzada, entre Concello, centros escolares, SPAD y centros de salud, que permite detectar carencias, alimenticias o de otro tipo, a través de un cruce de información, que permite a Servicios Sociales actuar incluso sin que las familias necesitadas pidan ayuda.
Para ello cuentan también con la colaboración de entidades como Cáritas y Amigos de Galicia, disponiendo de una partida propia para que las familias que reciben alimentos de estas entidades puedan suplir la ausencia de productos frescos adquiriéndolos en un establecimiento local con el que el Concello tiene ya una ayuda concertada.
El departamento municipal ha detectado un incremento en el número de familias que necesitan refuerzo. Y es que la realidad laboral ha cambiado notablemente.
En el análisis que los técnicos realizan de la situación local, destacan la existencia de dos semestres muy diferenciados en el municipio. El primero iría desde Semana Santa hasta la Festa do Marisco y el segundo desde octubre hasta Semana Santa.
El trabajo en la hostelería durante el primer semestre ha permitido durante años subsistir con dignidad a muchas familias, ya que posteriormente a la finalización de los contratos, éstas podían acceder a los subsidios.
Sin embargo, la temporada se ha acortado visiblemente en el sector, lo que hace que los contratos de seis meses se redujesen también y las familias no puedan contar con esos ingresos fijos ni siquiera los seis meses al año.
Por ello, además de trabajar en la atención directa a las familias, tratando de cubrir cualquier demanda que puedan formular, los Servicios Sociales están pendientes de subvenciones, ayudas o programas que puedan contribuir a mejorar la situación de las familias que se encuentran en esta situación.
Por ejemplo, la Consellería de Traballo ofertó recientemente un programa específico, con 10 puestos de trabajo, orientado a personas cuyos ingresos eran bajos. Desde el departamento municipal sitúan a umbral de necesidad para una familia cuando sus ingresos mensuales son inferiores a los 400 euros.
Tramitación del Risga
Y en estos casos los técnicos se involucran también para conseguir que la Xunta conceda el Risga a las personas sin ingresos.
De las solicitudes cursadas el pasado año, y evaluadas por los técnicos locales, 17 personas han conseguido ya el visto bueno de la Xunta y han comenzado a percibir estas ayudas.
Con todo, todavía restan 12 personas que esperan una resolución que se les está demorando en exceso, teniendo en cuenta que los 399 euros que suponen esta prestación serán, en todos los casos, los únicos ingresos de los que disponen unidades familiares en las que puede haber menores.
