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martes | 16 abril | 2024
El concejal de Sanidade, Javier Caneda, presentó ayer un proyecto “pionero” en España. Se trata de una importante apuesta por la formación en la atención inicial en caso de una parada cardiorespiratoria. El plan pretende formar durante este año a 700 escolares de entre 10 y 16 años, pero también extender esta preparación a la Policía Local que también contará con un desfibrilador en el vehículo con el que patrullen por el municipio. “Cada ano morren en España 70.000 persoas por unha parada cardiorespiratoria e hai que poñerlle remedio. As cifras son moitos peores que as mortes por accidente de tráfico”, apunta.
En la actualidad se cuentan con desfibriladores en los campos de fútbol del municipio y en la plaza de abastos, pero la idea es seguir incrementando esta cifra. Caneda anuncia también que es posible que se coloque otro en San Vicente, pero se está estudiando la zona más adecuada.
El proyecto se encuentra ahora paralizado por falta de partida presupuestaria. Y es que los 3.000 euros destinados a Sanidad en los anteriores presupuestos ya están agotados y el edil espera los otros 4.500 euros que le quedan para destinarlas a este plan cuando se de luz verde a las cuentas para 2016. Caneda también recalcó la importancia en la respuesta y en la carencia de medios. A eso también se pondrá remedio. Además de la ambulancia que se encuentra en O Grove, tanto la Policía Local como el Servicio de emergencias estarán disponibles para el traslado en la atención de una urgencia de este tipo. “A rapidez na resposta é báisca e se nese momento a ambulancia atópase lonxe non chegamos co noso vehículo ou cun taxi porque non se poden saltar as normas de tráfico. Non están autorizados”, apunta.
El plan está previsto para los próximos tres años, hasta 2019, aunque Caneda espera que se continúe mejorando la seguridad en los distintos puntos del municipio. “O ideal era que se dotase de equipamento aos colexios e institutos, pero niso xa tería que colaborar Educación”, apunta. Las clases de formación estarán impartidas por una enfermera y por los miembros del servicio de Emerxencias que se ocuparán de la parte teórica y práctica. La idea es que en 2019 haya 1.000 escolares que sepan actuar para evitar una muerte súbita
