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miércoles | 24 abril | 2024
Guillermo Touriño es el propietario del local que ocupa, desde el año 2008, la Sociedad Cultural y Deportiva de Vilalonga. Desde hace 15 meses no percibe el pago del alquiler y, cansado de conversaciones que no fructificaban, comenzó la defensa legal de ese pago. En mayo será la vista en la que propietario y Concello tratarán de llegar a un acuerdo que evite el desahucio de las instalaciones, fijado por el juzgado para el 23 de junio.
Desde que se conoce la fecha de caducidad de esta irregular situación, Guillermo Touriño ha recibido la visita de directivos de la Cultural y de vecinos de Vilalonga, que solicitan una solución que no perjudique los intereses de una entidad que es ya emblemática en Vilalonga.
“Eu quero deixar claro que non lle quero quitar nada a Vilalonga. O meu único interés é que me paguen o aluger do local”, explica Guillermo Touriño, un hombre que durante varias décadas vivió y se implicó con esta parroquia, donde regentó también uno de sus centros de alimentación.
“Eu teño moito que agradecerlle a Vilalonga, e estaría encantado de chegar a un acordo que permita á Cultural seguir facendo as súas actividades no meu local”, aclara.
Apunta que al emprender acciones judiciales su única motivación es empresarial y económica. Y es que su intención es sacar rentabilidad a un local adquirido tras una vida de trabajo. “Foi o Concello quen lle buscou un sitio á Cultural para metelos mentras non se acababa o centrosociocultural. E son eles quenes teñen que buscar unha solución para pagar as mensualidades ou devolverme o local. Eu contra os veciños non teño nada, todo o contrario”, apunta.
Y es que Guillermo Touriño está abierto a cualquier tipo de negociación. Su primera opción sería la venta del local, pero mantenerlo en régimen de alquiler también le parece una buena opción. Eso sí, considera que es imprescindible negociar el precio, ya que el actual lo considera excesivamente bajo teniendo en cuenta que fue fijado en 2008 y no registró incremento alguno.
Son pocas las condiciones que pone para zanjar el asunto sin necesidad de la mediación judicial. En primer lugar quiere cobrar las 15 mensualidades pendientes. Luego querría firmar un contrato que le garantizase el cobro puntual, así como el cumplimiento de unas normas de buen uso de las instalaciones.
“A actual directiva fixo algunha cousa que non me gustou pero eu non teño nada tampouco en contra deles. O único que quero é normalizar esta situación. Sei que os socios da Cultural se sinten a gusto nese local e eu estou disposto a chegar a un acordo, sempre que me paguen o alquiler”.
