El nuevo dique de Portonovo también servirá para buscar una solución final a la agitación

El nuevo dique de Portonovo también servirá para buscar una solución final a la agitación
Vista aérea del puerto de Portonovo donde se instalará el dique para dar una solución parcial al problema

Portos ha sacado a licitación la construcción de un dique flotante de abrigo en el puerto de Portonovo por un precio de 584.702 euros para resolver “parcialmente” el problema de agitación que se registra en esta dársena. De hecho, se equipará con instrumentos de medición para conocer las dinámicas marítimas y, en un futuro, poder plantear una solución definitiva y ampliar el puerto.
El ente público encargó en 2010 un estudio para ampliar y ordenar el puerto y este concluyó que no se tenía la suficiente información sobre las dinámicas marítimas dentro de la dársena “como para poder ejecutar una obra que conlleve una gran inversión” porque “las obras podrían agravar los problemas existentes” de agitación.
Estos problemas se producen tanto por el oleaje local (mar de viento) como por el oleaje de fondo (Swel) y sus ondas infragravitatorias vinculadas, y quedaron constatados con la realización de ese informe, así como con las “numerosas roturas sufridas en las instalaciones náutico-deportivas”, según se explica en el pliego de condiciones de Portos.
Ante estas circunstancias, el ente público optó por resolver “parcialmente” el asunto con la instalación de una protección no fija, de tipo flotante, que abrigue frente al oleaje de viento; y también con la instrumentación de la actual dársena para “caracterizar la energía incidente en el puerto y, en un segundo paso, plantear otro tipo de alternativas de crecimiento del puerto”.
Así, la administración construirá un dique rompeolas de 80 metros, formado por cuatro módulos de cinco metros de ancho y 20 metros de longitud y de hormigón armado cada uno, que se instalarán en una alineación paralela a los pantalanes de atraque de las embarcaciones deportivas. Los bloques se cimentarán mediante líneas de fondeo formadas por cadenas de 40 milímetros con una longitud de 50 metros.

medidores y sensores
El dique se equipará con un anemómetro, un sistema de medición de la intensidad y dirección del viento con el objetivo de correlacionar el viento con el oleaje generado. También se instalarán sensores varios, algunos de presión (uno fuera del puerto), un correntómetro, para medir la velocidad de las corrientes, y células de carga para medir la comprensión y tracción en las uniones. Estas se conectarán a un sistema de almacenaje de datos, siempre según el pliego de condiciones.
El plazo de ejecución del proyecto es de seis meses y el precio de licitación es de 584.702 euros. El coste más elevado se estima que será el de los módulos rompeolas (220.000 euros), seguido de la instrumentalización (90.000 euros) y del fondeo del rompeolas (76.985).

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