Los patrulleros del Refugio se despiden del verano, pero no de su labor

La patrulla ambiental del Refugio puso fin a su labor en las calles de Cambados, pero sus jóvenes componentes seguirán concienciando allá donde vayan, llegando incluso a Madrid, como es el caso de Joaquín que pasa el verano en la villa y ha sido uno de los niños que este verano ha recibido los elogios de los turistas, ha tirado de las orejas a los dueños de perros que no recogen sus excrementos y recibido más de una mala palabra, como un hombre que les insultó y tuvieron que avisar a las autoridades policiales. Junto a Damián, Abel, Sabela, Manuel, los hermanos Lucas y Sergio, de Ponteareas, y Carol recibió ayer su diploma y el agradecimiento del alcalde por su labor. De hecho, también entregaron un pequeño informe a Luis Aragunde tras detectar la presencia de “muchos perros” con dueño, pero sueltos en determinadas zonas y también de calles con suciedad o falta de papeleras como la rúa Rollo, una finca abandonada junto al parque de Beleco o la presencia de colchones viejos en O Pombal que, según le dijeron unos vecinos, son empleados por personas para dormir.
La presidenta del Refugio, Olga Costa, cree que su labor se ha notado hasta el punto de que “en el paseo marítimo hay menos excrementos”. Expresó su satisfacción con los 14 niños participantes –ayer faltaban Leticia, Irene, Borja, Ángela y Enol– y espera repetir esta experiencia, en la que colabora el Concello. “Son el futuro y ahora seguirán en sus casas, colegios, etc.”, añadió. Y además predicando con el ejemplo pues algunos han acogido o adoptado como Joaquín y Carol, que llevó a su galga a las patrullas para socializarla.