SANXENXO-Las placeras lamentan que la Xunta centre sus inspecciones siempre en las “legales”

No es una situación nueva, pero quizá por reincidente empiece a cansar a quienes la padecen. Y es que en la plaza de abastos de Sanxenxo, al igual que en otras muchas de la comarca, las pescaderas que adquieren todo el producto en lonja conviven con otras que comercializan el pescado que capturas sus familiares directos, y no todo pasa por lonja. Se quejan de la brutal competencia desleal que esto supone para ellas, pero ninguna se atreve a denunciarlo abiertamente.
Ayer, el mercado de abastos de la Avenida de Madrid registró una nueva inspección rutinaria de la Xunta. Los técnicos autonómicos se encargaron de comprobar los albaranes de compra, las guías del producto y el tamaño del pescado que el consumidor podía adquirir. Una de las pescantinas tuvo una pequeña discusión son el inspector ya que su albarán registraba un error administrativo al ser cubierto, ya que hacía referencia a “cajas” en lugar de “kilos”. Al final, todo quedó en advertencias y, al menos ayer, no hubo sanciones.
Pero la situación derivó en un cierto malestar entre las placeras. “Aquí sempre veñen a inspeccionar aos mesmos. Moita presión e moito control pero sempre sobre os que compran o peixe en lonxa e pagan todos os seus impostos”, explicaba una de las placeras de Sanxenxo, que reconoce que en más de una ocasión habló abiertamente con los inspectores del malestar existente en el sector por la venta de pescado que no pasa por lonja. “E saben o que nos din? Que eles non teñen constancia, que os denunciemos. Pero ese non é noso traballo. É o deles”.
Las placeras dejan bien claro que no hay riesgo ninguno para el consumidor. “O peixe é fresquísimo. Chega vivo á plaza. É que moitas veces ben directo do mar. O problema non é sanitario, pero non pasalo por lonxa supón non pagar as taxas correspondentes. Tampouco é que esa sea a nosa preocupación, pero as pescadeiras que mercan todo en lonxa teñen que repercutir no prezo final todos os seus gastos. As que o traen directamente do mar poden permitirse vender a un prezo máis económico, pero eso é competencia desleal. E esto sábeo todo o mundo pero aquí ninguén fai nada. Os inspectores da Xunta veñen de vez en cando pero seica non teñen que mirar por estas cousas”.
Según estas profesionales, el pescado es vendido en la plaza por pescaderas que disponen de un puesto idéntico a las que compran en lonja, por lo que sería imposible identificarlo para los consumidores. Pero no para ellas