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jueves | 25 abril | 2024
Los amantes de los coches y motos de época y los de la gastronomía popular tuvieron ayer dos citas lúdicas en la comarca saliniense. Vilanova fue capital gallega y lusa de automóviles anteriores a 1985 y Ribadumia celebró la XXII edición de su “Festa do Polo Asado”.
La asociación MotoReina promovió la concentración de vehículos con salida y meta en la cumbre del monte Lobeira, una cita estival que ya tuvo otras tres ediciones anteriores y que sigue logrando buena afluencia.
La organización explicaba ayer que finalmente acudieron al encuentro unas 140 personas, con gran peso de los amantes del motor clásico en O Salnés, pero con representantes de toda Galicia, además de varias asociaciones y motoclubs de Portugal.
Lorenzo Chazo, uno de los promotores, hablaba directamente d éxito y quiso agradecer la colaboración de la comisión de fiestas de András y de las casas comerciales que ayudaron a completar la financiación, a mayores de los 10 euros de la entrada.
Como moto más antigua, ayer se contó con una BSA del año 1928 que un vecino de Vilanova guarda celosamente durante buena parte del año pero que ayer volvió a recorrer las carreteras como antaño. En el capítulo de coches no hubo grandes novedades, pero sí un bonito abanico de modelos inmortales como los Mercedes de los 60, Escarabajos, 2CV, Seat 600 y Renault 5, entre otros.
La comitiva tuvo tiempo de hacer un alto en su ruta saliniense para conocer la Casa Museo Valle-Inclán y el pazo Vista Real, en Vilanova.
La cita culinaria ribadumiense, por su parte, despachó raciones de pollo asado, botella de tinto y pan a ocho euros y contó con actuaciones musicales en directo, en un evento gastronómico y popular que va camino de alcanzar el cuarto de siglo de vida. l
