Una vida para Tinta

Una vida para Tinta
Copia de Diario de Arousa-2014-04-24-011-8fffb867

Tinta ha sido una de las últimas en llegar al Refugio de Animales, pero ya ha dado una lección de superación. “El sábado pasado, en el “Sácame de paseo”, corría e incluso saltaba para coger las piñas de los pinos que le tiraban los niños”, explicaba ayer la presidenta, Olga Costa. Hasta aquí es la descripción del comportamiento normal de un perro que, como Tinta, no alcanza el año de vida, pero con una gran diferencia: no tiene movilidad en las patas traseras.
La historia de este animal contiene ingredientes de tragedia similares al de muchos inquilinos de la protectora cambadesa y la historia también se repite en cuanto a la labor de sus voluntarios para ayudarle.
Un amigo del Refugio la encontró en una cuneta del polígono industrial de Tremoedo. Según han podido saber, la atropellaron en un domicilio y su supuesto propietario habría decidido prescindir de ella, dejándola tirada con una luxación en las vértebras que es incurable y la ha dejado inválida.
Costa relató que decidieron atenderla, a pesar de estar fuera de sus dominios, porque “en otro sitio la hubieran sacrificado”. El coste de operaciones quirúrgicas en animales con complicaciones como las de Tinta no baja de los 500 euros y aunque en su caso ni el bisturí puede arreglarlo, como le dijeron en el departamento de Neurología del Hospital Veterinario Rof Codina, “con una buena rehabilitación puede llegar a ponerse de pie”. Sin embargo, nunca volverá a caminar y esto no lo podían permitir, habiendo sistemas para que, por lo menos, pueda moverse.
Según la presidenta, desprende una vitalidad y un coraje inusuales en un animal que de repente se encuentra inválido y desvalido. Así, le improvisaron un carrito con el que se desplaza, salta, juega... “Aunque las ruedas se le enganchen en la piedras y ramas del monte”. De hecho, le llaman todoterreno y ahora le buscan uno en condiciones.
Una voluntaria ha creado un evento en Facebook para recaudar los casi 400 euros necesarios y “casi los tenemos”, pero si la opción de compra falla, ya hay una mujer interesada en donar el de su perro fallecido y un voluntario busca piezas para construirle uno sólido, siguiendo los modelos hechos en fábrica, más resistentes y cómodos. Además, ya hay una familia interesada en adoptarla. En definitiva, los amigos del Refugio han dado una vida a Tinta.

Una vida para Tinta

Te puede interesar