VILANOVA-Vista Real: O cómo pasar de lo ostentoso a lo “vintage”

El pazo Vista Real no será nunca como lo era antes de las reformas de los Charlines, tanto por la imposibilidad técnica de la obra como por su coste, pero tampoco conservará las principales marcas de aquella etapa. El proyecto aprobado por Patrimonio y que maneja el Concello de Vilanova para su reforma prevista este año supondrá una profunda remodelación de su estética, más allá de la creación de las tres aulas formativas previstas en su planta baja.
En los alzados que ya maneja la administración puede intuirse con claridad cómo quedarán las principales fachadas del pazo. La reforma más agresiva se producirá en la sur o trasera, la que puede verse sobre estas líneas, donde actualmente se levantan dos grandes vidrieras que nadie duda no se corresponden con la típica construcción del pazo gallego.
Los arquitectos han diseñado una actuación que pasa por eliminar estas grandes cristaleras, convirtiéndolas en pequeñas ventanas en el piso superior y accesos más discretos en la planta baja, tal y como todavía atestiguan fotografías antiguas que inmortalizaron la naturaleza del edifico antes de sus reformas.
También las ventanas actuales desaparecerán para dar paso a otras más comedidas, típicas de las casas solariegas de la época.
En la cubierta queda bastante menos margen. El tejado sufrió una notable transformación, ganando altura, sobre la que es prácticamente imposible actuar ahora. A pesar de ello, se van a eliminar todas las buhardillas habilitadas en prácticamente todos los flancos del inmueble.
Por indicaciones de Patrimonio, y a mayores de la propuesta inicial del Concello, también se va a actuar sobre la cubierta del patín o escalera exterior de la fachada principal o norte, ya que aquel tejado no pertenecía tampoco a la imagen genuina. Igualmente, desaparecerán los escudos de las fachadas así como la terraza más visible para el visitante que ingresa a la finca y encara el edificio principal, ya que esta nunca antes había existido. En cuanto al “enorme paño abierto que surge en la fachada a la altura de la planta bajo cubierta”, reza el proyecto,  —otra de las estructuras inacabadas más visibles— “se cerrará” y se “dispondrá un hueco de proporciones adecuadas”.
Por dentro también habrá grandes cambios. En esta primera fase se obrará solo en la planta baja, creando esas nuevas aulas e intentado respetar los tabiques existentes siempre que sea posible. Eso sí, las escaleras deberán replantearse por completo, así como el vestíbulo.