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jueves | 25 abril | 2024
La prohibición de aparcar en la plaza de As Rañas, en Santa Baia, ha desencadenado una denuncia del PP contra el alcalde socialista, Alberto García, al que acusa de “intimidar e coaccionar” a su candidata a las municipales, Adriana Rodríguez, que vive en esta calle. Es más, aseguró que “enviou a dous coches da forza pública para facer garda diante da súa casa”.
Los populares afirmaron que el regidor inició una “campaña de coaccións e ameazas de represalias” contra las personas que figuraban en su lista electoral para que “o PP non lograse formar candidatura”. Sin embargo, dicen que ayer alcanzó un “punto intolerable” cuando el Concello envió a la citada plaza a operarios para que colocasen unas señales de prohibido aparcar y “para intimidar e coaccionar á propia Adriana Rodríguez, enviou dous coches da forza pública a facer garda diante da súa vivenda”.
De este modo, el PP provincial dice que “non vai consentir atropelos” e interpuso una denuncia ante el mismo Instituto Armado, pero también quiso hacer público –mediante el envío de un comunicado de prensa– “o uso clientelar e partidista da institución que presidente en beneficio dos seus intereses persoais e políticos”. Es más, su secretaria, Rocío de Sinde, exigió al PSOE que “se aínda lle queda algo do seu código ético, que tome medidas contundentes contra esta práctica”.
garcía se defiende
El alcalde negó ayer tales coacciones, alegando desconocer personalmente a la alcaldable popular y acusando al PP de “politizar” el asunto de la Praza das Rañas. Reconoció que requirió la presencia de la Guardia Civil para “garantizar” la colocación de las señales de prohibido aparcar, como asegura, le han pedido todos los vecinos a excepción del padre de Rodríguez.
Según el socialista, las anteriores “fueron arrancadas y este señor aparca los camiones de su empresa lo que ha producido la rotura del cruceiro central en más de una ocasión y además, impidiendo el inicio de un proyecto de la Diputación para colocar bolardos alrededor de este elemento y una caseta para que se siente la gente mayor. Una obra consensuada y demandada por los vecinos, excepto este que también quiere montar un taller de cantería en medio de la plaza”.
En su opinión, la reacción de los populares procede de que “están acostumbrados a arrasar por dónde van, en contra de quién sea y los vecinos de Catoira no se lo permiten”. A este respecto, también aseguró que ayer no hubo ningún tipo de confrontación. Además de él, hasta el lugar se desplazó un concejal y un técnico municipal, así como los operarios que instalaron la señalización de prohibido aparcar.
Hace un mes, aproximadamente, vecinos de la zona reunieron firmas para solicitar al Ayuntamiento de Catoira que actuara para que se retomase el proyecto de la Diputación y acusaban a ese vecino de “ocupar” este espacio que, aseguran, fue adquirido hace muchos años por los residentes en la zona menos él, para disfrute comunitario. De hecho, en la zona se congregaron ayer en torno a una decena de personas que relataron que los agentes instaron al empresario a retirar los camiones. Según su portavoz, Cristina Rial, viven esta situación desde hace mucho bastante tiempo.
