Diez años de historia musical en Caldas

El 14 de agosto de 2015 la Banda de Música Municipal de Caldas de Reis cumplirá sus primeros diez años de historia. El aniversario se conmemorará durante todo un año, empezando este mismo 17 de agosto con un concierto inspirado en el “presente, pasado y futuro” de la Banda. Serán alrededor de 120 músicos, algunos que ya no están en la agrupación caldense pero que formaron parte de ella a lo largo de esta década, otros que actualmente integran la Banda, y los miembros de los grupos juvenil e infantil, que serán los protagonistas del futuro. La batuta estará en manos de Daniel Portas, director de la Banda desde el año 2007, pero también la sustentará Mila Valiño, fundadora de la entidad cultural y su primera directora. Recuerda cómo nació la Banda de Caldas. “Surgió de la Escuela de Música. Veíamos que nuestros alumnos, al aprender a tocar un poco, querían formar parte de una banda y tenían que irse a las de alrededor” porque la villa termal carecía de agrupación. En una reunión con el exalcalde José María Tobío “le propuse formar una banda. Su respuesta fue: ‘adelante’. Ni lo dudó”. Mila Valiño cree que el apoyo de Tobío fue “fundamental” en aquel momento: “Ni se lo pensó, sólo preguntó qué hacía falta”. Pero, en general, todos los representantes políticos del municipio “estuvieron de acuerdo, incluso la oposición. Era algo que deseaban todos”. Semanas más tarde, el 14 de agosto de 2005, la Banda Municipal de Caldas ofrecía su primer concierto en la Calle Real. “El pueblo estaba deseando que llegara ese día. Fue muy bonito y emocionante”, dice la fundadora. Los músicos eran “muy jovencitos” y a ellos se sumaron caldenses de otras formaciones que no dudaron en colaborar porque “les hizo mucha ilusión que en su pueblo se creara una banda”.
Algunos regresarán para el concierto del próximo 17 de agosto, que será “el pistoletazo de salida” a un año de actividades “en el que queremos involucrar a asociaciones, grupos de gaitas y de baile, cantantes, a la Coral, teatro…” en una serie de “conciertos extraordinarios” que rematarán en agosto de 2015, cuando se cumpla el décimo aniversario, explica Daniel Portas, actual director de la Banda. Llegó en 2007 de la mano de Mila Valiño. “Ella estaba embarazada de su tercer hijo” y buscaba relevo. “Tuvo mucho poder de convicción”, explica Portas, porque “yo venía de dirigir otra banda y quería hacer otras cosas”, pero “el proyecto me pareció muy bonito, me cautivó”. Además, casi no tuvo opción a decir que no cuando, antes de la última pieza en un certamen en Pontevedra, Mila Valiño anunció “al nuevo director”. Cogió la batuta en ese instante y hasta hoy, orgulloso porque “la Banda siempre ha dejado el nombre de Caldas en lo más alto” y, paso a paso, “ha ido subiendo de nivel”. Actualmente son alrededor de setenta los músicos de todas las edades que la integran, algunos desde el principio. En los último años se han creado las agrupaciones Juvenil y la Infantil. Ellos serán la Banda del futuro.
En estos diez años, además del cambio generacional, se han gestado amistades y relaciones. “El ambiente de la Banda es muy social”, explica su director. Los músicos “hacen muchísima piña, mucha amistad y colaboración. El aprendizaje es recíproco entre veteranos y novatos. “Los mayores enseñan a los más pequeños, les transmitimos disciplina, seriedad y respeto, pero ellos también nos enseñan muchísimas cosas y nos transmiten la energía de la juventud”. Un claro ejemplo fue la participación este mismo año en la Semana Santa de Zamora. “Iba con un poco de miedo”, reconoce Daniel Portas. “Allí las procesiones son algo muy serio” y temía no poder estar a la altura. “Pero fue algo increíble”. Los músicos “fueron muy respetuosos, serios… hicieron un sacrificio muy grande para estar trece horas tocando. Los que más me llamaron la atención fueron los más pequeños, por su energía”, relata. Mila Valiño asiente. “Yo no podía más, pero al verlos a ellos decía: ¿cómo no voy a poder?”.
Los dos directores recuerdan como uno de los mejores momentos de la historia de la Banda la actuación en el Certamen Internacional de Valencia en el año 2008 (regresaron después en 2011). La agrupación, con apenas tres años de vida y plagada de niños, consiguió una mención especial en la que el jurado valoró tanto la interpretación de las obras como la juventud de los músicos. La bautizaron como “la Banda de los niños” y causó impresión. “En Valencia las agrupaciones llevan a sus mejores músicos” a este tipo de concursos. Los más jóvenes se quedan en casa y llaman “a la gente profesional, de los conservatorios y sinfónicas”. Pero Caldas envió a niños como embajadores musicales. “¿Cómo se atreve, maestro, a venir con una banda de niños al concurso?”, le preguntaron a Daniel Portas. “Para ellos va a ser una experiencia inolvidable”, fue la respuesta del director. “Y cómo suena la banda, ¡increíble!”, le replicaron a modo de alabanza. Hasta el compositor de la obra obligada, que presenció el certamen ante el público, acudió a saludar a Portas. “La Banda siempre dejó el listón muy alto en sus actuaciones y siempre fue muy bien valorada por la crítica”, ratifica, otorgando todo el mérito “a los músicos, que son lo importante de una banda, los que hacen el trabajo”. Un ejemplo de este buen hacer fue aquella cita de Valencia que, además, “fue una experiencia inolvidable”. Tuvieron ocasión de ensayar en la sede de la Primitiva de Liria, una de las bandas más antiguas de España. El teatro era “espectacular y esa experiencia nunca se les va a olvidar” a los músicos que participaron en ella, “se dediquen a lo que se dediquen en el futuro”, apunta Daniel Portas.
Pero en esta década no solo hubo buenos momentos, sino que la Banda de Caldas también tuvo que hacer frente a la tragedia. “El día más triste”, incide Mila Valiño, “fue cuando murió Jesús González. Era el secretario de la agrupación, “tenía a sus hijas en ella y era un futuro músico”, ya que “estaba aprendiendo a tocar el saxo. Era un auténtico luchador por la Banda” y ésta acudió a despedirlo con música a su entierro. Jesús González será una de las personas que, aunque no sea físicamente, estarán muy presentes en los actos conmemorativos del décimo aniversario. Y lo que también está garantizado de antemano es el respaldo de los caldenses. “Siempre tenemos público, que es algo importantísimo”, recalca Mila Valiño. Daniel Portas puntualiza, además, que el de Caldas no es un público cualquiera: “Es super serio, respetuoso, está en silencio escuchando a la Banda. Caldas siempre me cautivó mucho por el público, culturalmente me ha sorprendido muchísimo”, e incluso otras agrupaciones que participan en festivales en la villa termal lo consideran “una maravilla”. El director lo sintetiza en una frase: Los caldenses “quieren a la banda”.

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