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jueves | 25 abril | 2024
Las dos cadenas de distribución francesa con presencia en el territorio nacional, Carrefour y Leclerc, han paralizado la compra de mejillón gallego hasta que se aclaren los motivos de la alerta sanitaria decretada la semana pasada en Francia después de que se registrasen varias intoxicaciones alimentarias.
Esta alarma ya ha tenido la primera consecuencia en el mercado nacional en apenas cinco días, pese a que en las últimas horas el país galo modificó el origen de la alerta de biotoxina por microorganismo patógeno. Una circunstancia que, a la espera de una confirmación oficial, eximiría de cualquier tipo de responsabilidad a la cadena de control y de producción gallega y de distribución catalana.
Carrefour rechazaba en los últimos días un pedido de molusco pasteurizado a un proveedor gallego. El presidente de Agade, Ramón Blanco, explicaba ayer que “un dos nosos socios viuse co produto de volta e lle dixeron que ata que soubera certamente o que pasara non ía a volver a mercar mexillón galego”. Y es que si bien el mercado francés ha encajado con “certa normalidade” la alerta sanitaria, la alarma social despertada en España ya se empieza a notar en los compradores. “Dende Francia hai clientes que nos chaman para saber como vai a marea vermella. Hai interese, pero en España parece que o mercado non está respondendo igual polo menos con este hipermercado”, advierte.
El presidente de Agade no oculta su preocupación por los efectos que esta alerta puede suponer en las ventas del molusco gallego. “Queremos que se aclare canto antes o que pasou e que se saiba quenes foron os responsables”, dijo. También la firma de distribución gala Leclerc con presencia en el territorio nacional ha decidio poner al mejillón gallego en cuarentena hasta que se aclare donde finalmente se produjo el problema que derivó hasta en 21 intoxicaciones.
Por el momento, el veto al molusco gallego sigue vigente en el país galo a la espera de que las autoridades francesas concluyan la investigación del producto y de la cadena de distribución. Los trabajos parecen ir más lentos de lo que tanto las autoridades gallegas como el propio sector desearían y por el momento a Galicia todavía no han llegado las conclusiones de las investigaciones.
La depuradora catalana Servimar, desde donde se exportó el mejillón sin depurar de la Ría de Vigo, ya fue objeto esta semana de varios controles realizados por un equipo de veterinarios enviados desde la Generalitat de Cataluña para conocer la trazabilidad de los mejillones exportados en los últimos diez días a Francia. Los informes elaborados por estos profesionales ya fueron remitidos al país galo para certificar que el producto que se exportó desde España cumplía con todas las garantías sanitarias, siempre teniendo en cuenta que el molusco debía de ser depurado en destino.
