Los cocederos detectan mejillón con toxina en zonas abiertas a la extracción

Tras lo ocurrido en el inicio de este episodio tóxico que todavía permanece en el litoral gallego en el que se tuvieron que destruir un número importante de partidas de mejillón con toxina, productores y cocederos han redoblado esfuerzos e inversión realizando por su cuenta análisis independientes del Intecmar.
La propietaria de Mejillones Nidal, Rosa Santórum, asegura que en estas pruebas “se ha detectado mejillón con toxina en zonas abiertas a la extracción y en las que hay un molusco de una altísima calidad que ni productores ni cocederos queremos poner en el mercado”. Santórum  asegura que en los treinta años que lleva en el sector nunca se ha vivido algo similar. “Para mí antes el Intecmar era Dios, pero ahora están pasando cosas muy serias que no se están tratando. Con negar las evidencias no se soluciona el problema”, asegura.
“Esto es un sinvivir. Lo único que queremos es trabajar con tranquilidad y sin sobresaltos”, advierte. Y es que garantizar que el mejillón con el que operan cumple con todas las garantías sanitarias supone “una verdadera fortuna que en estos tiempos de crisis no resulta fácil”. En estos momentos, la psicosis por garantizar que el mejillón cumple con todas las garantías sanitarias hace que realicen muestreos en el mejillón crudo y cocido. “Se siguen destruyendo partidas de mejillón a día de hoy a pesar de que algunos lo niegan y prefieren pasar página”, señala.
Santórum advierte que “aunque yo no soy bióloga lo que está claro es que se están produciendo cambios importantes en la forma de comportarse de las toxinas. No es normal que abra un día una zona y al día siguiente cierre con una toxicidad muy alta”.
Santórum, que aclara que habla en nombre de Mejillones Nidal, asegura sentirse sorprendida ante la reacción del sector. “Los productores están dormidos y los transformadores muertos. Estoy escandalizada porque esto no es política”, dice.
En los últimos días las críticas tanto del sector productor como del trasnformador hacia el Intecmar se multiplican. Al nerviosismo por una campaña con importantes pérdidas se suma el baile de aperturas y cierres.
Los conserveros también exigieron ayer a la Consellería do Mar una mejora en las analíticas durante un encuentro mantenido durante la mañana. Pese a que la administración no quiso realizar ninguna declaración acerca del encuentro que enmarcó en una cita de trabajo, la patronal conservera sí que quiso puntualizar algunas cuestiones que redundan en las garantías sanitarias para poner el mejillón en el mercado.  
Anfaco vuelve a reiterar que la actual normativa sobre toxinas no es la adecuada. Así que pide a la Xunta que intente buscar una solución “ante un grave problema”. La patronal conservera apunta que en la actualidad es imposible trabajar con mitilo gallego. El principal escollo es que la normativa sobre mareas rojas marca que el nivel de toxicidad debe ser el mismo para el mejillón fresco que para el procesado. Algo inasumible, puesto que al cocerlo y deshidratarlo ese nivel sube. n