Los comuneros salen a la caza del vertedero, hartos de limpiezas infructuosas y multas

Los comuneros salen a la caza del vertedero, hartos de limpiezas infructuosas y multas
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La Mancomunidade de comunidades de montes de Vilagarcía ya está en marcha con la unión de siete de las diez existentes. Una de las primeras medidas que tomará es la elaboración de un mapa de vertederos incontrolados, que espera tener listo en una semana, con su ubicación exacta e imágenes y con destino a las administraciones (Xunta y Concello) para que se impliquen en su erradicación. La situación es grave, están desbordadas y “aínda por enriba, cárgannos o morto”, se queja el presidente de Cea, Julián Abuín, porque además de retirarlos, las comunidades son las que reciben las multas cuando las autoridades detectan un foco. 
Con 600 hectáreas en Xiabre, esta aglutina la mayor extensión  y es la más afectada. De hecho, ya ha tenido que pagar alguna sanción que tras recurrir quedó en el mínimo, de unos 400 euros, pero aún así, y sin culpa, el dinero sale de sus arcas. Para su compañero de Rubiáns, Xurxo Abuín, “é tremendamente inxusto” y la indignación es general. 
Desde Cea consideran que debería aumentarse la vigilancia y buscar con más ahínco a los verdaderos autores. No obstante, la mayoría de comuneros coincide en que es difícil. De hecho, Abuín apela a la educación como arma efectiva para luchar contra los vertederos, con más campañas de sensibilización e información de la existencia de lugares donde deshacerse de basura de gran tamaño; y si hay suerte, “obrigar ao infractor a retirala, porque de nada nos vale a multa se o lixo queda no monte”. 

"se lle avisas, eres o malo"
En alguna ocasión los han pillado “in fraganti” e incluso los han perseguido por el monte y han sido víctimas de amenazas o de intentos de agresión. “Se lle chamas a atención, aínda por enriba eres o malo”, apunta el secretario de Guillán, Manuel Abuín. Él y el presidente, Ramiro Padín, fueron algunos de los comuneros que ayer por la mañana salieron a realizar los trabajos de localización para confeccionar ese dossier que la mancomunidad quiere tener listo esta misma semana. En los últimos tiempos han realizado limpiezas, y desde que en 2013 se encargaron de la entidad, pero “a xente sigue botando” y, de hecho, ayer ya detectaron otros tres y algunos casi cubierto por la maleza. 
El presidente de Rubiáns reconoce que ellos están entre los menos afectados. “En comparación con outros, o noso case é unha broma”, explica. Sin embargo, no deja de ser preocupante y, en su caso, tampoco vale de mucho limpiar. El año pasado retiraron tres camiones de basura –aportados por el Concello– tras el Hospital do Salnés y “onte xa había alí un sofá”. 
Electrodomésticos, sillones, armarios, colchones, restos de obras e incluso 50 pares de zapatos completamente nuevos son algunos de los objetos hallados por los comuneros y hay algunos que dan claras pistas de su procedencia: talleres de automoción. Les parece demasiada casualidad la aparición repentina de 30 defensas de coches, ruedas o latas de aceite o baterías en cantidad, “cunha capacidade contaminante enorme”, apunta Abuín. Sin embargo, para él, lo peor son los restos de azulejos y ladrillo que tiran constructores o mismo particulares tras una reforma en su casa, porque se desmenuzan de tal manera que solo es posible retirarlos arrancando la tierra y así “quítase a capa fértil do chan”, añade el de Rubiáns. 
El Ayuntamiento ha echado una mano a los comuneros en alguna ocasión, con apoyo logístico para eliminar estos vertederos. Sin embargo, está fuera de sus competencias y tiene que ser el gobierno gallego el que les ayude. De hecho, enviarán el documento a ambos.
En esta iniciativa de la recién creada Mancomunidade de montes de Vilagarcía participan siete de las diez existentes en la ciudad: Rubiáns, Cea, Guillán, Trabanca Badiña, Trabanca Sardiñeira, Sobrán-Vilaxoán y Fontecarmoa. Bamio no ha querido entrar de momento y Loenzo y Cornazo tampoco, porque están en proceso de renovación de sus directivas.

Los comuneros salen a la caza del vertedero, hartos de limpiezas infructuosas y multas

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