El Consello Nacional disuelve la asamblea local de EU para atajar la grave crisis interna

Casi cinco meses después de que la asamblea local de Esquerda Unida en Vilagarcía saltase por los aires el Consello Político Nacional, máximo órgano de la formación, ha decidido por unanimidad disolver la agrupación y constituir una comisión gestora que sirva, en todo caso, para solventar el cisma que mantiene en la UCI no solo al partido, sino sobre todo al grupo municipal en Ravella. Tras una reunión celebrada por la mañana en Santiago el Consello Político emitía un comunicado en el que también anunciaba la disolución de la asamblea comarcal, renovada hace escasos meses, y la eliminación provisional del cargo de coordinador que ocupaba hasta ahora el grovense Xan Lamelas.
Las desavenencias internas que se venían gestando en Vilagarcía desde hace más de un año y, sobre todo, la actitud díscola del concejal en Ravella, Miguel Alves, ha provocado un cataclismo cuyas consecuencias han tardado en llegar y que no se quedarán aquí.
En un primer término la disolución de la asamblea local implica el nombramiento de una gestora y, más que posiblemente, el inicio de todo el proceso de reafiliación o, lo que es lo mismo, hacer nacer de cero nuevamente a la agrupación local.
A mayores, y según ha podido saber este periódico, los máximos órganos del partido también tomarán severas medidas contra los afiliados díscolos que, de forma pública y muy dura, atacaron directamente al portavoz de EU en Ravella, Jesús López. Las decisiones que se están barajando, afectarían tanto al edil Miguel Alves como al que fuera máximo responsable de la formación en la comarca, Ramón Bueno. En un primer momento desde los máximos órganos de EU intentaron enderezar la situación entre aquellos afines al portavoz municipal y los que, dicen, se reúnen los miércoles y entres los que se hayan Alves y Bueno. No fue posible. Pleno tras pleno Alves levantaba la mano en un sentido de voto totalmente opuesto al de sus compañeros de equipo, López y Mosquera. Y hay más, incluso llegó a referirse al portavoz en sesión plenaria como “ese señor que no representa a nadie”.
Sin embargo, y tras haber tardado casi medio año en tomar las riendas de la situación, se ha demostrado que los procedimientos internos de Esquerda Unida van lentos y que las decisiones se van adoptando de forma escalonada.
Lo que está claro es que la dirección nacional se ha posicionado claramente del lado de Jesús López tal y como se evidendió tras la visita del secretario de organización a Vilagarcía hace unos meses. Desde aquel entonces es este el primer paso que se da para resolver el cisma interno de la agrupación local e intentar coser la formación desde cero. Lo mismo ocurre con el máximo órgano a nivel comarcal, que no se convoca desde que sus miembros fueron elegidos, y cuyo coordinador se ha mantenido absolutamente al margen del cisma vilagarciano todo este tiempo.