El sector apunta a un posible fraude en el etiquetado del mejillón vetado en Francia

El veto por parte de Francia a los mejillones con origen gallego ha caído como un jarro de agua fría entre los miembros del sector. A la espera de que la Consellería do Mar se pronuncie de forma tajante al respecto, los bateeiros son conscientes de que la noticia es un nuevo varapalo para el sector y que podría repercutir directamente en el imagen de los productos gallegos fuera de nuestras fronteras. Este traspié vuelve a reabrir la polémica del etiquetado en los productos y es que desde el sector apuntan a un posible fraude en este sentido. El presidente de Opmega, Nacho Loenzo, se mostraba ayer prudente en sus declaraciones, pero matizó que “é ben certo que hai mexillón andaluz que se está vendendo como galego en Francia. Aquí os controles son moi potentes polo que nos parece raro”. Sin embargo indica que “estamos á espera de saber algo máis claro ao respecto para ver qué puido pasar”.

El presidente del Consello Regulador, Francisco Alcalde, ratifica que “é certo que existe moita preocupación, sobre todo pola imaxe que se poida transmitir do produto”.

Lo cierto es que no es la primera vez que el país galo cierra sus fronteras al mejillón procedente de Galicia mediante una alerta sanitaria. La última vez fue hace tres años. En aquella ocasión alegaron intoxicaciones por toxina diarreica, al igual que en 1976. Sin embargo no en todos los casos se pudo certificar que la causa estaba en los controles de calidad realizados en Galicia.

Y es que representantes del sector apuntaban ayer a que los controles que se realizan en el Intecmar son extremadamente rigurosos y que, de hecho, no solo gozan de prestigio nacional, sino también internacional.

Lo que queda claro es que la repercusión que este tipo de prohibiciones puede tener sobre el consumidor y el mercado son “incuantificables”. Además, teniendo en cuenta el actual momento de crisis económica, todo esto puede repercutir negativamente en un sector que no pasa por su mejor momento.

Al menos eso lo valoraban también desde la Asociación de Depuradores incidiendo en que “la gente se asusta, pero ya no es la primera vez y habría que ver de qué mejillón se trata y qué canales de distribución se han seguido”.

El sector está ahora a la expectativa de conocer de forma pormenorizada las investigaciones que se están realizando desde la Consellería do Mar al respecto.